El año pasado fue el más violento para las mujeres, con mil 4 víctimas de feminicidio en el país, la cifra más alta desde que en 2015 se reporta este delito de alto impacto en las estadísticas oficiales.
Esto significa que en promedio dos mujeres fueron asesinadas al día por razones de género; la mayoría de ellas en el Estado de México, 145; Jalisco, 70; Veracruz, 70; Ciudad de México, 69, y Nuevo León, 66, en números absolutos, de acuerdo con el último informe de víctimas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En 2021 se impusieron dos récords en número de víctimas de este delito del fuero común, ya que mayo registró 108 y agosto, uno de los peores meses en incidencia delictiva contra las mujeres, alcanzó 111, la cifra más alta.
En los primeros tres años del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador suman un total de 3 mil 56 víctimas de feminicidio, lo que representa 37% más con respecto a las 2 mil 229 de entre 2016 y noviembre de 2018, el último periodo de gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.
Según los registros, la administración de López Obrador tiene al momento la incidencia delictiva más alta de asesinatos de mujeres en razón de género, puesto que en 2021 se cometieron mil 4; en 2020, 978, y en 2019, 917.
Sin embargo, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez Velázquez, presumió que en diciembre pasado, en el que se registraron 79 víctimas, el delito de feminicidio disminuyó 7% comparado con diciembre de 2020, que sumó 85 víctimas.
“En feminicidio, bajó 7% en diciembre respecto al mismo mes del año anterior y se ha bajado 7% en lo que va.
Al respecto, el director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas Rodríguez, afirmó que el año pasado no sólo cerró con la mayor incidencia de feminicidios en el país, sino que también en delitos como violación y violencia familiar, en los que las víctimas son principalmente mujeres.
Expuso que la violencia feminicida obedece más a cuestiones sociales y culturales, en las que el uso de la violencia en una pareja se vuelve sistemática. “El principal agresor de las mujeres son las parejas afectivas, seguidas de los familiares; hay que recordar que también los hermanos, los cuñados, padres, los abuelos cometen violaciones sexuales. El año pasado fue el peor en materia de violaciones sexuales, y también en feminicidios”.
En contraste, el especialista en seguridad Alejandro Hope consideró que el incremento en feminicidios en 2021 se debe, en parte, a que las fiscalías estatales están investigando más homicidios de mujeres como feminicidio.
“Puede haber un incremento en el número de feminicidios, porque las fiscalías están investigando más homicidios de mujeres como feminicidio, no necesariamente porque creció. Lo que sí es un hecho es que ha crecido el número de homicidios de mujeres, ese es un hecho incontrovertible”, indicó.
Hope señaló que en los últimos años ha habido presión de la sociedad civil, sobre todo de colectivos de mujeres, para que las fiscalías indaguen los homicidios de mujeres como feminicidios.
“Sí hay más homicidios de mujeres y, dos, están empezando a investigar adecuadamente más homicidios de mujeres como feminicidios”, apuntó.
Especialistas en la materia demandan que haya una política pública para enfrentar el feminicidio en el país, que cobra la vida de miles de mujeres al año. Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL.
En tanto, para algunas ONG los recortes presupuestales a las instituciones y programas encaminados a evitar la violencia contra las mujeres, y la falta de políticas públicas para su protección, así como mecanismos orientados a evitar el aumento de feminicidios en México, crea un panorama desolador, en el que seguirá incrementándose el número de víctimas de ese delito.
Guadalupe Ramos Ponce, del Observatorio Nacional de Feminicidios (ONF), señala que las cifras de este delito que se registran en el país son preocupantes, por lo que deben generar la actuación del gobierno, “pero no nada más del actual. Se debe hacer un análisis de lo que se ha realizado durante los últimos años”.
Asegura que lo que hace falta en este momento para evitar los feminicidios son políticas públicas, porque no existen. Lo que hay son acciones aisladas y pequeñas programas, que se implementan pero están totalmente desvinculados entre sí.
“No existe una vinculación en los tres niveles de gobierno, a nivel federal, estatal y municipal, que tenga un impacto en la vida de las mujeres. Mientras no existan políticas públicas que atiendan, prevengan, sancionen y trabajen en la erradicación de las violencias contra las mujeres vamos a seguir en la cuestión cuantitativa, es decir, contando solamente el número de mujeres asesinadas”, dice.
Citlali Santoyo, del Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) Jaisco, expone que si bien el aumento de feminicidios se debe a la violencia generalizada que vive el país, también es a causa de los recortes presupuestales en aquellas instituciones encargadas de prevenir la violencia contra ellas.
“Los recortes presupuestales de las instituciones encargadas de erradicar la violencia contra las mujeres han llevado también a este aumento. Se han afectado programas de igualdad y de políticas de género, por mencionar algunos”, dijo.