Ciudad de México.
Los ambiciosos planes de BYD, el principal fabricante de vehículos eléctricos de China, para establecer una planta en México han sido puestos en duda.
Según un reporte de Bloomberg, la compañía ha decidido posponer el anuncio de su inversión hasta después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, previstas para el 5 de noviembre de 2024.
Aunque BYD no ha confirmado oficialmente esta demora, la incertidumbre generada por el clima político y económico global parece estar influyendo en la toma de decisiones de la compañía.
Horas después de la publicación del reporte, la vicepresidenta de BYD, Stela Li, emitió un comunicado en el que negó que los planes para la planta en México se hayan aplazado.
“BYD no ha pospuesto ninguna decisión sobre una fábrica en México. Continuamos trabajando para construir una fábrica con los más altos estándares tecnológicos para el mercado mexicano, no para el mercado de Estados Unidos, ni para el mercado de exportación”, afirmó Li, en una declaración que deja en el aire el futuro inmediato del proyecto.
El contexto político en Estados Unidos, donde el candidato republicano Donald Trump ha amenazado con endurecer las barreras arancelarias contra las importaciones chinas si resulta electo, parece haber generado cautela en la empresa china.
Aunque BYD ha reiterado que su planta en México no tiene como objetivo la exportación hacia el mercado estadounidense, las tensiones comerciales entre ambas potencias podrían estar influyendo en sus decisiones estratégicas.
En mayo pasado, la misma vicepresidenta de BYD había señalado que la empresa continuaba evaluando la ubicación de la planta, mencionando que la decisión final se daría a conocer a finales de 2024.
“Estamos evaluando que la instalación esté en el área central del país, cerca de Ciudad de México”, indicó Li en ese momento, subrayando que el enfoque de la planta sería el mercado mexicano.
Actualmente, BYD está en proceso de construir un nuevo centro de manufactura en Brasil, lo que subraya su interés en expandir su presencia en América Latina. En México, la firma había proyectado vender más de 50,000 autos este año y lanzar ocho nuevos modelos, consolidándose como un jugador clave en el mercado de vehículos eléctricos del país.
La incertidumbre sobre los planes de BYD en México se produce en un momento en que otros gigantes de la industria automotriz, como Tesla, también han retrasado sus inversiones en la región.
A pesar del anuncio de Elon Musk en marzo de 2023 sobre una inversión de 4,500 millones de dólares para un centro de manufactura en Santa Catarina, Nuevo León, los trabajos en el terreno aún no han comenzado, lo que deja en suspenso el prometido polo industrial en el norte del país.
El futuro de la planta de BYD en México sigue siendo incierto, y las definiciones podrían depender en gran medida del resultado de las elecciones en Estados Unidos y de la evolución de las tensiones comerciales entre Washington y Beijing. Mientras tanto, la industria automotriz mexicana se mantiene a la expectativa de lo que podría ser una inversión clave para el desarrollo del sector en el país