DURANGO, DGO.
La tarde de este miércoles un menor fue privado de su libertad, en un intento de extorsión, ocurrido en un hotel de Durango.
El menor salió de un banco del Centro Histórico, luego de cobrar su beca, cuando fue interceptado por otra mujer, quien comenzó a hacerle preguntas relacionadas con su información personal, hasta comenzar con la extorsión.
La mujer señaló al joven, que él pertenecía a un grupo criminal por lo que estaba siendo investigado.
Posteriormente la fémina sacó un celular y le mostró una videollamada en donde le indican al joven que tienen a su familia secuestrada, que siga las instrucciones de la mujer si quiere ver con vida a su familia.
La joven mujer llevó al sujeto hasta un hotel de la zona Centro, amenazándolo. Llamaron a los papás para pedirles 150 mil pesos, diciéndoles que tienen detenido a su hijo y para poder liberarlo necesitaban depositar el dinero.
De inmediato, los padres del joven llamaron al 911, quienes comenzaron el trabajo de investigación luego de coordinarse con la Fiscalía General del Estado.
En primer instancia, lograron geolocalizar el celular, ubicándolo con un rango de 300 metros, por lo que la búsqueda comenzó por la zona.
La mujer había dejado en la habitación al joven, con el celular y la videollamada activa en señal de amenaza, diciéndole que había gente afuera y que no saliera.
Luego de tres intentos en el mismo hotel, debido a que no quisieron proporcionar más información, se logró localizar al joven retenido en una de las habitaciones.
Sin embargo, se dice que la mujer que llevó al joven al hotel, también fue víctima de extorsión, por lo que se trató de toda una red de llamadas de extorsión provenientes de Tamaulipas.
Fueron detenidas dos personas encargadas del hotel para ser investigadas, de igual forma el lugar fue clausurado ya que el joven fue encontrado en flagrancia en una de las habitaciones del inmueble.
Se tiene conocimiento que el celular del joven retenido fue hackeado a distancia para acceder a sus datos personales, y así comenzar a mandar mensajes de amenaza a la familia, incluso mandaron fotografías a sus padres desde el Whatsapp del menor, para aparentar que lo tenían ‘secuestrado’.