Al menos 163 mujeres fueron violadas y quemadas vivas durante una masiva fuga de más de tres mil prisioneros de la cárcel central de Goma, tras el ataque del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) el pasado 27 de enero, informó la Misión de Paz de la ONU en el país (Monusco).
El dramático suceso fue expuesto ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en Ginebra por la ministra congoleña de Derechos Humanos, Chantal Chambu Mwavita, quien confirmó que las detenidas sufrieron agresiones sexuales antes de ser incineradas vivas en el centro penitenciario.
“La prisión tenía recluidas a muchas personas condenadas por violencia sexual contra mujeres”, subrayó Mwavita. El ataque también provocó saqueos, la proliferación de armas ligeras y el bombardeo de un hospital materno, que dejó como saldo la muerte de mujeres embarazadas y otras que acababan de dar a luz.
La toma de Goma y las tensiones con Ruanda
El grupo rebelde M23, compuesto principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, tomó Goma después de días de intensos enfrentamientos con el Ejército congoleño y sus milicias aliadas. Según cifras de la ONU, la ofensiva ha dejado casi tres mil muertos y cientos de miles de desplazados.
El Gobierno de la República Democrática del Congo acusa a Ruanda de apoyar al M23, una acusación respaldada por la ONU. A su vez, Ruanda y el M23 sostienen que el Ejército congoleño coopera con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), una agrupación fundada por responsables del genocidio de 1994.
Un conflicto que no cesa
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021, lanzando ataques relámpago en la provincia de Kivu del Norte, fronteriza con Ruanda. Esta no es la primera vez que Goma cae en manos de los rebeldes; en 2012, el M23 tomó la ciudad por diez días antes de retirarse bajo la presión internacional.
Desde 1998, el este del Congo vive una constante inestabilidad debido a la presencia de milicias rebeldes y enfrentamientos con el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco, la misión de paz de las Naciones Unidas.
El suceso en Goma ha encendido las alarmas internacionales y subrayado la crítica situación de las mujeres en medio del conflicto, quienes continúan siendo las principales víctimas de la violencia desatada en esta región del país.