El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, fue condenado a 38 años de prisión por un tribunal federal en Nueva York. La sentencia llega después de que fuera declarado culpable de cargos vinculados al narcotráfico, delincuencia organizada y falso testimonio en febrero de 2023. García Luna fue señalado por recibir sobornos millonarios del Cartel de Sinaloa, mientras desempeñaba altos cargos en el gobierno mexicano, facilitando la importación de toneladas de drogas a Estados Unidos.
El juez Brian Cogan, encargado del caso, desestimó los logros y condecoraciones del exfuncionario en la lucha contra el crimen, describiéndolos como una “tapadera” para sus actividades ilícitas. “Usted es culpable de estos delitos, señor. No puede desfilar con estas palabras y decir: ‘Soy el policía del año’”, le dijo Cogan antes de imponer la sentencia.
García Luna, quien fue considerado una pieza clave en la guerra contra el narcotráfico durante el sexenio de Felipe Calderón, mantenía su inocencia hasta el final, alegando que el caso en su contra se basaba en testimonios falsos. Sin embargo, la evidencia proporcionada por más de 20 testigos, muchos de ellos antiguos líderes de cárteles, lo implicó directamente en el tráfico de drogas y en recibir pagos a cambio de protección.
Por su parte, Felipe Calderón, expresidente de México, se deslindó del caso asegurando que nunca tuvo evidencia de actividades ilícitas de su excolaborador. Pese a las revelaciones del juicio, Calderón defendió su estrategia de seguridad y reafirmó que “lo volvería a hacer”.
El caso de García Luna marca un hito al ser el funcionario mexicano de más alto nivel condenado por narcotráfico en Estados Unidos, y envía un fuerte mensaje a otros líderes corruptos. Según Anne Milgram, directora de la DEA, “ningún poder les protegerá de la justicia”.