En una medida sin precedentes que ha generado conmoción en el ámbito académico global, el gobierno del expresidente Donald Trump ha emitido una orden que prohíbe a la Universidad de Harvard admitir nuevos estudiantes extranjeros, según informaron fuentes oficiales.
La disposición, anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), argumenta que la política busca “priorizar el acceso educativo a los ciudadanos estadounidenses” en un contexto de presiones económicas y desafíos migratorios. Sin embargo, expertos y líderes universitarios han advertido que la medida representa un duro golpe para la reputación de Estados Unidos como destino líder en educación superior.
De acuerdo con un comunicado de la universidad, Harvard expresó “profunda preocupación” por la decisión, calificándola como “un ataque directo a los principios de apertura, diversidad e intercambio intelectual que han definido la misión de la institución durante más de tres siglos”.
La restricción afectaría únicamente a nuevas inscripciones de estudiantes internacionales y no obligaría a abandonar el país a los ya matriculados. Sin embargo, el impacto en la investigación, la colaboración científica y la economía del campus es potencialmente grave.
Organismos académicos y defensores de los derechos civiles han anunciado que buscarán impugnar legalmente la medida, señalando que podría violar normas internacionales y acuerdos de cooperación educativa.
“Estamos ante un intento de aislamiento que contradice los valores fundamentales de la educación superior”, declaró un portavoz de la Asociación de Universidades Estadounidenses (AAU).
Aunque no es la primera vez que el gobierno Trump impulsa políticas restrictivas hacia estudiantes internacionales —como se vio durante la pandemia con las reglas sobre clases en línea—, esta es la más directa en afectar el ingreso institucional de una universidad específica, abriendo un nuevo frente de tensión entre el gobierno federal y las principales casas de estudio del país.
La Universidad de Harvard no ha descartado presentar una demanda ante cortes federales para frenar la implementación de la medida. Mientras tanto, miles de aspirantes extranjeros se enfrentan a una inesperada incertidumbre en medio de un ciclo de admisiones ya complejo.