En plena jornada electoral, el municipio de Lerdo, Durango, se ha convertido en el epicentro de un escándalo político-electoral. Morena ha denunciado públicamente una serie de actos de intimidación, represión y manipulación electoral que, aseguran, buscan torcer la voluntad popular.
A través de un comunicado emitido por Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, se acusó al gobierno municipal —presidido por el esposo de la candidata del PRIAN— de estar utilizando la fuerza pública de manera ilegal para intervenir en el proceso electoral. Según el reporte, elementos de la policía municipal intentaron detener al coordinador de campaña de la candidata morenista Flora Leal dentro de su propio espacio de trabajo, y también habrían arrestado a varios representantes de casilla de dicho partido.
“Estamos ante una jornada electoral marcada por la violencia, la intimidación y la intervención ilegal del Gobierno Municipal y del Gobierno del Estado”, sentenció Alcalde, exigiendo que ambos niveles de gobierno se abstengan de intervenir en el proceso democrático.
Además, se denunció un presunto esquema de compra de votos mediante el uso de códigos QR, que permitirían “validar” el sufragio y condicionar beneficios o pagos posteriores, lo que constituiría una grave violación a la ley electoral y a los principios democráticos.
La candidata Flora Leal ya había alertado durante su campaña sobre prácticas de nepotismo y control familiar en la administración municipal, en clara referencia a su contrincante del PRIAN, quien busca suceder a su propio esposo en el cargo.
“Lerdo no es una herencia familiar”, ha dicho Leal en mítines recientes, donde subraya la necesidad de romper con las viejas estructuras de poder.
Según información del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Durango, en Lerdo se han registrado al menos 19 quejas por actos anticipados de campaña y uso indebido de propaganda, así como dos denuncias formales por violencia política de género.
Ante los hechos, Morena hizo un llamado “enérgico” a las autoridades locales y estatales para que cesen las presuntas intervenciones y permitan un proceso limpio. “No vamos a permitir que la vieja política de amenazas y represión robe lo que el pueblo decide en las urnas”, advirtió Luisa Alcalde.
A falta de resultados oficiales, lo ocurrido en Lerdo enciende las alarmas sobre la transparencia y legitimidad de este proceso electoral, donde más que el voto, parece estar en juego la salud de la democracia misma.