DURANGO, DGO.
Torrenciales lluvias que azotaron 14 de los 39 municipios de Durango inundaron al menos 2 mil 100 viviendas y dejaron localidades incomunicadas, carreteras y caminos dañados, así como puentes caídos.
Los aguaceros también causaron estragos en San Luis Potosí, Jalisco y Tamaulipas; mientras, Kay se degradó de huracán a tormenta tropical después de tocar tierra en Baja California Sur.
El gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, informó que las demarcaciones más perjudicadas fueron la capital y Canatlán, cuya cabecera municipal quedó inundada al desbordarse el arroyo Mimbres.
El director de Protección Civil estatal, Guillermo Pacheco, indicó que alrededor de 7 mil 600 personas, habitantes de 2 mil 114 casas, padecieron los anegamientos en Canatlán.
Agregó que al menos 20 comunidades del municipio de Durango, así como poblados grandes como 5 de Mayo y El Arenal, quedaron aislados e inundados al desbordarse los ríos La Sauceda y El Tunal.
El panista Rosas Aispuro apuntó que las precipitaciones fueron resultado de la interacción entre Kay y un sistema de baja presión.
También hubo aguaceros en San Luis Potosí, sobre todo en la región Huasteca. La Coordinación Estatal de Protección Civil informó que en Aquismón, Ciudad Valles, Xilitla y Tamasopo, entre otros municipios de esa zona, hubo árboles caídos y deslaves de cerros sobre carreteras.
Igualmente llovió en la capital del estado, donde se encharcaron las colonias Flores del Aguaje, Tercera Chica y Manuel José Othón, así como sectores del municipio conurbado de Soledad de Graciano Sánchez.
Además, a causa de Kay el mar invadió calles de Puerto Vallarta, Jalisco y el río Tepec, en el municipio de Amacueca, en el mismo estado, se desbordó la noche del miércoles, ocasionando daños a siete viviendas.
Kay tocó tierra ayer a las 16 horas, tiempo del centro de México, en la comunidad Bahía de Asunción del municipio de Mulegé, Baja California Sur, como huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y rachas de 150, pero pronto se degradó a tormenta.
El Servicio Meteorológico Nacional previó que el fenómeno produciría lluvias que dejarían más de 250 litros de agua por metro cuadrado en Baja California Sur y Baja California, al igual que precipitaciones intensas en Sonora –donde caerían de 75 a 150 litros por metro cuadrado–, muy fuertes en Sinaloa (de 50 a 75 litros por metro cuadrado), fuertes en Durango (25 a 50 litros) y chubascos que precipitarían de cinco a 25 litros por metro cuadrado en Chihuahua.
El fenómeno causó deslaves e inundaciones en Mulegé; las lluvias desbordaron el río del mismo nombre y la presa San Ignacio. También interrumpió la circulación en la carretera Transpeninsular. La alcaldesa Edith Aguilar dio a conocer que se alojó en albergues a más de 800 personas.
La presa La Libertad, que se construye en los límites entre los municipios de Linares y Montemorelos, Nuevo León, se desbordó y el caudal hizo crecer el río Conchos. Por ello, autoridades del municipio de San Fernando, Tamaulipas, desalojaron a los habitantes de localidades cercanas al cauce.
Saúl Maldonado, Vicente Juárez, Javier Santos, Raymundo León y Martín Sánchez, corresponsales; La Jornada Baja California y Jared Laureles, reportero