El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emitido una serie de recomendaciones para facilitar el regreso a clases de los menores, evitando que el proceso cause ansiedad o estrés. Entre los consejos más destacados está la importancia de establecer horarios y rutinas claras para garantizar una transición fluida del periodo vacacional al escolar.
El doctor Vladimir Carmona Sierra, coordinador de Programas Médicos del Área de Tamiz Metabólico Neonatal y Control del Niño Sano, subrayó que una comunicación constante entre padres, estudiantes y profesores es clave para conocer tanto los logros académicos como las posibles preocupaciones de los niños en su entorno educativo.
En relación con el equipamiento escolar, el IMSS enfatiza la importancia de elegir calzado adecuado que proteja los pies de los menores. Se recomienda optar por zapatos que cubran completamente el pie, sean flexibles, ligeros y preferentemente de piel con suela de goma. Si se eligen tenis, estos deben ser de tipo botín para brindar mayor soporte al tobillo.
Respecto a las mochilas, se sugiere seleccionar aquellas que sean del agrado del menor en cuanto a color y diseño, pero con ciertas especificaciones funcionales. Deben ajustarse al ancho de los hombros y apenas rebasar la altura de la cintura. Las mochilas con cinturón proporcionan mayor comodidad y soporte, mientras que las correas para los hombros deben ser anchas, acolchadas y resistentes. Además, es ideal que la mochila tenga varios compartimentos para distribuir el peso de forma uniforme, que no debe superar el 10 o 15% del peso del niño.
Otro punto relevante es la salud visual. El IMSS insta a los padres a llevar a sus hijos a una revisión en la Unidad de Medicina Familiar si presentan molestias en la vista. Además, recomienda garantizar buena iluminación en los salones de clase y que los estudiantes tomen descansos visuales después de 20 minutos de lectura prolongada o uso de la computadora.
En cuanto a la alimentación, el IMSS sugiere seguir el modelo del Plato Saludable, dividiendo la comida en tres grupos principales: la mitad del plato debe estar compuesta por verduras y frutas, una cuarta parte por alimentos de origen animal y la última cuarta parte por cereales y leguminosas. Para los refrigerios escolares, se recomiendan opciones saludables como pepino, zanahoria, jícama, yogur bajo en grasa, nueces o almendras, acompañadas de agua simple potable, con un consumo recomendado de 4 a 7 vasos diarios.
Finalmente, el descanso es un aspecto crucial. El IMSS aconseja a los padres establecer horarios fijos para dormir y despertar, asegurando que los menores duerman entre 8 y 10 horas al día. También es importante crear un ambiente adecuado para estudiar, libre de distracciones, bien ventilado e iluminado, con el fin de fomentar un regreso a clases exitoso y saludable.