Una serie de devastadores incendios forestales en el área de Los Ángeles ha dejado un saldo de cinco muertos, más de mil estructuras destruidas y obligado al desalojo de 80 mil personas. Conocido como uno de los peores desastres en la historia reciente de la región, el fuego ya ha consumido más de 4,775 hectáreas, afectando zonas residenciales de alto perfil como Pacific Palisades.
Las llamas, alimentadas por los intensos vientos de Santa Ana, avanzan a una velocidad estimada de cinco campos de fútbol por minuto, dejando un rastro de destrucción en áreas como Eaton, Hurst y Woodley. La magnitud del desastre ha llevado a las autoridades a pedir ayuda a bomberos fuera de servicio y de otros estados, mientras los recursos locales se ven sobrepasados.
Evacuaciones masivas y caos en Palisades
El incendio comenzó el martes en Pacific Palisades alrededor de las 10:30 a.m., desatando el pánico entre los residentes. Más de 30 mil personas fueron evacuadas mientras las llamas consumían lujosas viviendas y negocios. La situación se replicó en Eaton horas más tarde, donde 52 mil personas debieron abandonar sus hogares y 100 edificios quedaron reducidos a cenizas. En Hurst y Woodley, el fuego continuó avanzando, amenazando con extenderse aún más.
El caos marcó las evacuaciones. En Palisades, cientos de residentes dejaron sus automóviles en las carreteras al no poder avanzar, obstaculizando los esfuerzos de los bomberos. “La gente lloraba, corría con sus mascotas y bebés mientras las cenizas caían por todos lados”, relató Kelsey Trainor, quien logró escapar momentos antes de que su calle fuera consumida por el fuego.
La lucha contra el fuego
Los llamados vientos de Santa Ana, con velocidades de hasta 145 km/h, avivaron las llamas, dificultando los esfuerzos para contener el incendio. Por horas, las ráfagas impidieron el despegue de aviones cisterna, herramienta clave en el combate contra el fuego. Además, la falta de agua en varios hidrantes agravó la situación, llevando al Servicio de Agua y Electricidad de Los Ángeles a instar a los residentes a ahorrar el recurso.
Kristin Cowley, del departamento de bomberos, reconoció que los incendios están llevando al límite las capacidades de los servicios de emergencia. “La magnitud de las llamas y la velocidad con la que se propagan superan cualquier predicción”, indicó.
Daños millonarios y panorama apocalíptico
Según la firma AccuWeather, las pérdidas económicas preliminares por los incendios oscilan entre 52 y 57 mil millones de dólares. Los residentes de Los Ángeles despertaron ayer en un escenario apocalíptico: cielos grises y anaranjados, casas destruidas, árboles derribados y barrios enteros sin electricidad.
“El fuego bajó tan rápido por la colina que solo agarré unas fotos familiares, al gato y salimos corriendo”, narró Arlinda Henderson, de 76 años, quien dejó atrás su hogar de cuatro décadas.
Perspectivas inciertas
Los meteorólogos advierten que las condiciones que favorecen la propagación de los incendios persistirán. “La falta de humedad, los fuertes vientos y la vegetación seca crean un cóctel perfecto para estos desastres”, señaló Daniel Swain, experto en climatología.
Al cierre de esta edición, las llamas amenazan con alcanzar las colinas de Hollywood, donde ya comenzaron las evacuaciones. Las autoridades instan a los residentes de las zonas cercanas a mantenerse alerta y seguir las indicaciones de los equipos de emergencia.