En un incidente que ha conmocionado a la región del Medio Oriente, explosivos ocultos en dispositivos buscapersonas vendidos a Hezbolá estallaron este martes en Líbano, dejando un saldo devastador de al menos nueve muertos y más de 2,800 heridos, según reportes del Ministerio de Salud libanés. La explosión masiva ha generado un intenso debate sobre la presunta participación de Israel en lo que algunos califican como un sofisticado ataque cibernético-militar. El periódico The New York Times, citando fuentes anónimas, ha sido el primer medio en dar detalles sobre el posible origen de la tragedia.
El Origen de los Explosivos
De acuerdo con el diario estadounidense, los explosivos habrían sido implantados por Israel en un lote de dispositivos buscapersonas fabricados en Taiwán y vendidos a Hezbolá. El grupo compró alrededor de 3,000 de estos aparatos a la compañía taiwanesa Gold Apollo, sin saber que habían sido manipulados para contener explosivos. Estas bombas, instaladas junto a las baterías de los buscapersonas, fueron diseñadas para ser detonadas de manera remota.
Este martes, los dispositivos emitieron un pitido durante varios segundos antes de explotar, lo que generó confusión entre los usuarios, quienes inicialmente creyeron que recibían un mensaje de la cúpula de Hezbolá. Sin embargo, ese mensaje sirvió como señal para detonar los explosivos.
Reacciones y Consecuencias
El incidente ha escalado rápidamente a nivel internacional. Mientras el gobierno israelí mantiene su habitual política de ambigüedad, sin confirmar ni negar su participación, tanto Hezbolá como el Ministerio de Exteriores de Líbano han acusado a Israel de orquestar un “ataque cibernético” para detonar los dispositivos.
Por otro lado, la Casa Blanca se apresuró a negar cualquier implicación estadounidense en la operación. En una breve declaración, funcionarios del gobierno de Estados Unidos afirmaron no tener conocimiento previo de la presunta operación israelí, intentando así disipar cualquier especulación sobre una posible colaboración entre ambos países en este ataque.
El Contexto de las Operaciones Encubiertas de Israel
Este suceso se suma a una serie de ataques atribuidos a Israel en los últimos meses, aunque nunca reconocidos oficialmente. En julio, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, fue asesinado en un atentado en Teherán que Irán atribuye al Mossad, el servicio secreto israelí. Sin embargo, Israel sigue manteniendo una postura ambigua sobre dicho ataque, una estrategia que ha sido característica en operaciones anteriores.
Este nuevo incidente no solo aumenta las tensiones entre Israel y Hezbolá, sino que también pone de relieve las complejidades de la guerra cibernética moderna, donde los dispositivos cotidianos pueden convertirse en armas letales.
¿Escalada Regional?
La explosión de los buscapersonas podría desencadenar represalias por parte de Hezbolá, un actor clave en el tablero geopolítico de la región, y agravar aún más la inestabilidad en Líbano, un país ya sumido en una profunda crisis política y económica. La comunidad internacional, y en particular las Naciones Unidas, han expresado su preocupación por las posibles repercusiones de este ataque y la necesidad de una desescalada inmediata.
Mientras tanto, las investigaciones continúan en Líbano para determinar con exactitud cómo se llevó a cabo esta operación y quiénes fueron sus responsables, en lo que ya se perfila como uno de los incidentes más graves en la reciente historia del conflicto entre Israel y Hezbolá.