KANSAS CITY.
Tyreek Hill y Mecole Hardman lograron recepciones de touchdown y la defensiva de Kansas City contuvo a un ataque de Nueva Inglaterra que padeció la ausencia del quarterback Cam Newton y el running back Sony Michel en el triunfo de los Jefes el lunes 26-10 sobre los Patriotas en un duelo aplazado por contagios de covid-19 en ambos equipos.
Tyrann Mathieu devolvió una intercepción para el touchdown del seguro en el cuarto final y Patrick Mahomes aportó 236 yardas aéreas en una actuación inconsistente, al menos de acuerdo con sus estándares, mientras los Jefes se sobrepusieron a un inicio inusualmente flojo para ganar su 13er juego consecutivo desde la semana 10 de la campaña anterior.
El duelo entre los Patriotas y los campeones del Super Bowl estaba programado originalmente para el domingo, pero fue postergado cuando Nueva Inglaterra confirmó que un jugador, que resultó ser Newton, dio positivo a covid-19. Horas más tarde, se dio a conocer que el pasador del equipo de prácticas de los Jefes Jordan Ta’amu también arrojó positivo, lo que obligó a la NFL a posponer el encuentro.
De las pruebas adicionales, incluyendo las realizadas a las 6 de la mañana (hora del este de Estados Unidos) del lunes, no hubo positivos adicionales en ninguno de los dos equipos.
En retrospectiva, los Patriotas (2-2) probablemente desearían que el juego se hubiera aplazado más tiempo para poder tener a su quarterback titular de regreso.
Brian Hoyer, quien ha perdido 11 inicios consecutivos con tres equipos distintos, completó 15 de 24 intentos para 130 yardas con una intercepción antes de ser enviado a la banca. Jarrett Stidham entró en su lugar y llevó a los Patriotas a la zona de anotación para acercarse a 13-10, pero también tuvo dos intercepciones, incluyendo la que Matthieu devolvió a las diagonales para encaminar a los Jefes a su cuarto inicio consecutivo de 4-0.
Con el desfile de quarterbacks y la ausencia de Michel, quien momentos antes fue colocado en la lista de lesionados por molestias en el cuádriceps, los Patriotas recurrieron a una ofensiva principalmente terrestre con el objetivo de mantener a Mahomes fuera del terreno de juego.