DURANGO.
Vecinos de la colonia Heberto Castillo, de la ciudad de Santiago Papasquiaro, pusieron en sus manos el control de perros callejeros y decidieron soltar a diestra y siniestra trozos de carne envenenados, lo que ha ocasionado la muerte de muchos caninos.
Pero la tarde de este jueves, esa situación se salió de control y ahora las autoridades buscan al presunto responsable de un intento de homicidio, ya que gracias a su idea un menor de 15 años de edad, quien padece autismo, se encuentra grave en el Hospital General 450 de la capital duranguense.
El adolescente Edwin Gadiel tomó uno de esos pedazos de carne envenenada que alguien dejó por ahí y se fue a su casa; en el patio se le hizo fácil comenzar a comérselo, para inmediato desvanecerse, razón por la cual el papá Gabriel Ignacio lo trasladó al Hospital General de Santiago Papasquiaro, en donde lo estabilizaron y canalizaron al nosocomio capitalino, en donde los médicos en turno lo reportan como delicado, a pesar de todos los protocolos clínicos que le están practicando.