MÉXICO.
Durante la cuarentena, prácticamente dos de cada diez adolescentes han hecho “amistad” con extraños o gente que conocían pero en el mundo digital.
De acuerdo con el estudio Adolescentes y jóvenes mexicanos en cuarentena; entre la violencia y la convivencia, realizado por la asociación civil Guardianes, 94 por ciento de los adolescentes reportó haber estado más tiempo conectado a internet, dedicado principalmente al uso de redes sociales antes que a las tareas.
Si bien las actividades relacionadas con el entretenimiento como ver películas y series son las que ocupan más su tiempo, con el 76 por ciento, 12 por ciento de los adolescentes y jóvenes encuestados confesó ver contenidos para adultos y 4 por ciento practicar sexting, es decir, intercambiar fotografías con contenido sexual
Esto es muy preocupante porque estamos viendo que hay algunos adolescentes para quienes la forma de sacar el estrés y la frustración de estar encerrados, es a través de una sobre erotización que solamente los está centrando más en sí mismos y no está haciendo que puedan compartir con pares”, advirtió Rosario Alfaro, directora General de Guardianes.
Según el reporte, 87% de los adolescentes y jóvenes no cuenta con más supervisión por parte de sus padres y madres, o con nuevas reglas para el uso de internet en la cuarentena.
En este contexto, 20% respondió que durante el aislamiento hicieron amistad con personas con las que no habían platicado antes pero que conocen en el mundo real, mientras que 16% reportó haber entablado una amistad con personas desconocidas.
Ha aumentado el tiempo en el que las y los adolescentes están en internet, pero la supervisión paterna ha bajado, entonces eso quiere decir que hay más riesgo de que puedan encontrar contenido que no sea adecuado, por eso un dato que es alarmante es justamente el que hayan hecho amistad con extraños y con gente que no conocen personalmente porque eso los pone en situaciones de mayor riesgo”, alertó Alfaro.
EXTRAÑAN VIDA
Entre los hallazgos de la encuesta realizada a jóvenes de entre 16 y 21 años se encuentran que la mitad de ellos extraña su vida anterior; tres de cada diez han estado desmotivados y sin ganas, mientras que 21 por ciento se sienten ansiosos, irritables y poco tolerantes.
Esto también es muy grave porque la etapa de la adolescencia es clave para poder desarrollar sobre todo nuestras capacidades sociales y es importante que haya un equilibrio entre el sentimiento de bienestar que puede tener una persona y sus relaciones sociales, pero cuando te sientes angustiado y mal y además estás en una situación de aislamiento pues las consecuencias más graves podrían ser que estos jóvenes desarrollen una estructura de personalidad muy desconfiada y eso es justamente lo que genera es más violencia como una forma de reacción a diversas situaciones”, explicó Alfaro.
Pensar en seguir confinados o volver en algún momento a vivirlo genera preocupación en 84% de adolescentes y jóvenes mexicanos, ansiedad en 74%, angustia en 73%, enojo en 50% y miedo en 48%.
Al referirse a los niveles de violencia, 4 de cada 10 encuestados reconoció que en su casa han vivido algún tipo de violencia, principalmente psicológica, seguida de la económica y la física.
Hay una normalización de la violencia, muchos adolescentes contestaron que no han sufrido más violencia de la que antes ya padecían en sus casas porque se ve como normal que en casa nos gritemos, veamos golpes y que la forma de resolver un conflicto sea a través de un conflicto o una sanción a la persona”, detalló Alfaro.
Las principales víctimas de la violencia durante el encierro según la percepción de los jóvenes son ellos mismos seguidos de las madres, y los hermanos menores.
JANNET VIVE AHORA PEGADA AL TELÉFONO CELULAR
Me mandan solicitud en Facebook y yo la acepto; ya después me mandan un mensaje en privado y me piden mi WhastApp y empezamos a hablar súper bien”, contó Janneth, una adolescente de 14 años quien durante el confinamiento ha hecho diez nuevos amigos que no conoce en el mundo real.
Desde que no va a la escuela de manera presencial, el uso de las redes sociales consume una parte importante de su día.
Me metieron a un grupo y ahí conocí a varias personas. De mis nuevos amigos seis son hombres y cuatro mujeres, la mayoría viven aquí por mi casa y tienen entre 14 y 17 años.”, explicó la adolescente.
Janett confesó que desde que inició la cuarentena a causa de la pandemia por el coronavirus está pegada al celular, sin restricción. prácticamente desde que se levanta hasta que se acuesta.
Antes pues sólo estaba un rato en línea antes de irme a la escuela, pero pues ahora que no voy físicamente, estoy casi siempre ‘conectada’. La verdad es que sí uso el celular demasiadas horas, pues antes como hacía tarea y tenía que bañarme y prepararme antes de salir, lo veía una hora o máximo dos, y ahora pues ya toda la mañana y la tarde”, reconoció.
La adolescente, quien cursa tercero de secundaria, detalló que usa el teléfono celular para platicar y hacer las tareas que le mandan de la escuela así como para revisar sus redes sociales y ahora también para conseguir nuevos amigos que nunca ha visto en persona.
Sobre si no le da miedo hacer amistades vía internet dijo que no, porque son “chidos” y es “padre” hablar con ellos en línea.
Además, porque conocen a otro amigo mío que sí conozco físicamente entonces eso me da confianza y podemos platicar de muchas cosas, entonces confío porque son conocidos de uno de mis amigos; si no fuera así probablemente sí me daría miedo”, argumentó.
Las redes sociales que más ocupa Janneth son Facebook, WhatsApp para mensajear con sus amigos y TikTok
Para la adolescente no es lo mismo interactuar en línea que de manera física, pero es lo único con lo que por ahora, dijo, se distrae mientras no va a la escuela.
-Laura Toribio
MARISSA, ENOJADA Y TRISTE
Frustración, enojo y tristeza son parte de los sentimientos que Marissa, una adolescente de 19 años, ha experimentado durante el encierro vivido en los últimos seis meses causa de la pandemia de covid-19.
La joven cursa el tercer semestre de la carrera de Psicología Educativa en la Universidad Pedagógica y lo que más le ha pesado del confinamiento es tener que tomar clases en línea.
El hecho de no estar en un aula me dificulta un poco más mi aprendizaje en algunas materias, como por ejemplo Estadística, también el poder comunicarme con mis profesores o compañeros y eso me frustra porque a través de la red no puedo expresar bien mis dudas, me siento enojada, a veces triste, dependiendo la situación”, confesó.
A Marissa se le hace difícil no tener contacto con sus maestros y sus compañeros de clase y sólo poderlos ver a través de una computadora.
No conocer a mis profesores en persona como tal y tampoco a mis nuevos compañeros sí frustra porque no conozco a nadie, o sea no tengo una red social, me enoja”, contó.
Además para la adolescente quien invierte más de la mitad de su día en tomar clases, es muy cansado estar frente a la computadora. Compartir el Internet con su hermanita de 9 años y su papá que es maestro, hace que éste sea más lento, lo que a veces la estresa.
En este momento uno de los mayores deseos que tengo es regresar a la escuela de manera presencial, volver a las aulas para poder adquirir todos los conocimientos que siento que no he podido tener estando en casa”, dijo.
Marissa expresó que extraña por completo su vida anterior en la que podía salir sin restricción. Incluso antes de la pandemia había comenzado a trabajar en un call center.
Era mi primer empleo y sólo duró tres meses por la pandemia y pues sí me siento irritada porque ya es como suficiente de estar en casa, a pesar de que nos llevamos bien en familia siempre es necesario convivir con otras personas”, concluyó.
KANEKI ESTÁ HARTO
Harto de tener que tomar clases en línea, Kaneki, un adolescente de 16 años preferiría que el ciclo escolar se cancelara hasta que todos pudieran volver a las aulas de manera presencial.
La verdad se me hace súper pesado, es algo molesto, me cuesta administrar el tiempo para hacer mis tareas y tomar mis clases. Yo como adolescente pienso que deberían suspender el año hasta que podamos entrar, hasta que no haya nada de covid, porque ahora siento que estamos desperdiciando tiempo en casa”, consideró.
Para Kaneki, quien acaba de entrar al primer semestre de bachillerato es tedioso estudiar a través de zoom.
Incluso, varias veces el adolescente ha pensado en dejar la escuela, pero le da miedo que eso le impida encontrar un buen trabajo en el futuro.
Con secundaria terminada y 16 años no creo conseguir un buen trabajo por eso no la abandono, pero sí quisiera que la escuela se pospusiera para todos por la pandemia”, insistió.
Durante el confinamiento, Kaneki prácticamente no ha salido de casa más que para ir a la tienda.
No tengo, en realidad, problema por estar encerrado, un poquito a veces sí extraño que antes podía ir al cine con los amigos, al gimnasio, pero la convivencia en casa con mi familia es buena”, contó.
Parte de su tiempo lo dedica al uso de redes sociales que ha aumentado, calculó, en un 50 por ciento.
Las uso para babosear en Facebook, grabar videos en TikTok, subir una foto a Instagram. No tengo supervisión de mi mamá porque no tengo nada que esconder, sé lo que está bien y lo que está mal”, aseguró.
El joven confesó que ha hecho nuevos amigos en línea que no conoce en persona.
Pues de que estoy en un grupo de gente que le gusta la misma banda y llegan solicitudes de amistad y pues son relaciones buenas, siempre y cuando sean sanas porque me han llegado mensajes de `oye vi tu foto y me gustaste´, y pues no, o sea ni las conozco ni nada, no me da miedo, me molesta y las bloqueo”, dijo.