El cantante mexicano Julión Álvarez, una de las figuras más reconocidas de la música regional, se vio forzado a suspender su esperado concierto en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, tras recibir la notificación de que su visa de trabajo había sido revocada por las autoridades migratorias estadounidenses.
El evento, programado para este sábado y con más de 50 mil boletos vendidos, representaba uno de los momentos más importantes de su gira por Estados Unidos. El escenario ya estaba montado y los equipos técnicos listos cuando la noticia fue confirmada por el propio artista mediante un video publicado en sus redes sociales.
“Se me informó que no podré ingresar al país debido a una cancelación de última hora de mi visa”, explicó Álvarez visiblemente afectado, al tiempo que ofreció disculpas a sus seguidores. “La intención es reprogramar, no fallarles”, añadió.
Un historial migratorio complicado
Aunque Julión Álvarez fue retirado de la lista negra del Departamento del Tesoro en 2023, luego de una investigación por presuntos vínculos con el crimen organizado —de los cuales fue exonerado—, esta reciente cancelación reactiva las dudas sobre su situación migratoria y el criterio de las autoridades estadounidenses.
Hasta el momento, ni el Departamento de Estado ni el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. han emitido una declaración pública explicando los motivos específicos detrás de la cancelación.
Reacciones y consecuencias
La promotora del concierto confirmó que los boletos serán válidos para una nueva fecha que se anunciará en los próximos días, y ofreció reembolsos a quienes no puedan asistir a la reprogramación.
El incidente ha generado una ola de reacciones entre fans, colegas del medio artístico y críticos del sistema migratorio estadounidense, que señalan una falta de transparencia en los procesos que afectan a artistas latinos que buscan trabajar legalmente en EE.UU.
Julión Álvarez, conocido como “El Rey de la Taquilla”, ha mantenido una sólida base de seguidores tanto en México como en el extranjero. Su retorno a escenarios estadounidenses había sido celebrado como un símbolo de reivindicación artística tras años de restricciones legales.
Sin embargo, esta nueva barrera parece indicar que, pese a su popularidad, el camino hacia la normalización total de su carrera internacional sigue enfrentando obstáculos inesperados.