MÉXICO.
Kanye West puso de nuevo al mundo a hablar de él: meter al retrete uno de sus 21 Grammy y orinarlo, como protesta y declaración de guerra en contra de las compañías disqueras y la Academia de la Grabación, pues considera que los contratos a los artistas los priva de tener libertad sobre su obra y los esclaviza.
Su batalla es directamente con Universal Music y su subsello Vivendi, éste con el que se supone que implementó el sistema Y Combinator, el cual le permitía a los artistas tener pleno control sobre su trabajo en el futuro, algo que evidentemente no se cumplió.
Los artistas necesitamos poseer nuestros masters (grabaciones originales). Estamos hambrientos sin giras. Cuando firmas un contrato musical, renuncias a tus derechos. Sin los masters no puedes hacer nada con tu propia música. Alguien más controla dónde y cuándo se reproducen. No nos queda más que aceptar la fama, las giras y la mercancía”, tuiteó ayer.
Para hacer evidente lo que él calificó como una “moderna forma de esclavización” subió los 10 contratos que firmó con Universal Music para que cada abogado en el mundo pueda estudiarlos y descubrir la injusticia de la que son víctimas, sobre todo los negros, ofreciendo como contexto su caso y el de los jugadores de la NBA, por mencionar un ejemplo deportivo.
Kanye dejó saber que ha ofrecido a Universal Music comprar sus masters, pero se han negado a darle un precio sabiendo que el rapero puede permitírselo, pues su fortuna está valuada en tres mil millones de dólares, mil son sólo producto de su marca de calzado Yeezy, distribuida por Adidas.
He hecho mis millones fuera de la música, no hay músico que lo logre en la industria, pero yo voy a cambiar eso. Mis hijos serán propietarios de mis masters, no los suyos”, agregó.
Ye se apoyó en oraciones cristianas y personajes revolucionarios que cambiaron para siempre los derechos de los negros en Estados Unidos, como Nat Turner, líder del único movimiento en contra de la esclavitud negra en Estados Unidos, en la década de 1800.
Sony Music, editora de su obra, también fue señalada.
Es un hecho que la declaratoria de Kanye va en serio, pues ha pedido a sus compañeros que se unan a la rebelión y el primero en reaccionar fue el productor Hit-Boy, quien formó parte del sello de Kanye, Good Music, durante dos años, pero despreciado por el mismo Ye debido a que trabajaba para Beyoncé.
Aun así, el autodenominado nuevo Moisés agradeció su solidaridad y llamó a muchos más: pidió reacciones y retuits de Drake, Kendrick Lamar, Paul McCartney, Taylor Swift y Bono, con quienes ha tenido rencillas y colaboraciones a lo largo de su carrera.
Una petición un tanto sarcástica para algunos de ellos, pues con Taylor libra una guerra desde hace más de una década, insultándola y menospreciándola a través de la rola Famous y en discursos de agradecimiento en una ceremonia del Grammy.
Con Drake está peleado por revelarle a Pusha T que tiene un hijo con la exactriz de cine porno Sophie Brussaux, algo que el canadiense se cobró con la famosa rola In My Feelings, pues el coro “Kiki, Do You Love Me?” supuestamente se refiere a Kim Kardashian, la esposa y madre de los hijos del rapero de 43 años.
90 por ciento de los contratos discográficos en el planeta están sujetos a regalías y uno estándar es una trampa para nunca recuperarte, y existen todos estos costos ocultos, como las tarifas de distribución, para que muchas compañías ganen aún más dinero con nuestro trabajo sin mover un dedo”, fue el último tuit del hilo.
Lo que es un hecho es que Kanye no lanzará nueva música hasta derrocar a ambas compañías y hacerse de sus derechos, de acuerdo con lo que difundió en tuits que escribió y posteriormente borró, por lo que el tan esperado nuevo álbum Donda: With Child, cuyo primer sencillo Wash Us in the Blood, esperará.
Desde enero de 2019 el rapero demandó a Universal Music y a Sony por sus ventajosos contratos y, de acuerdo con medios estadunidenses, las tres partes alcanzaron un arreglo extraoficial.
Kanye dijo que quería ser presidente de Estados Unidos y desembolsó siete millones de dólares para poder seguir adelante con su campaña y alcanzar el registro en las papeletas de las próximas elecciones en Arkansas, Colorado, Oklahoma, Utah, Vermont y Tennessee, de acuerdo con el portal Político. Virginia lo segregó y descartó, pues consideró que estaba obteniendo electores de manera fraudulenta, reportó el mismo sitio.
West ha tenido que lidiar con bipolaridad, enfermedad que lo llevó a considerar el suicidio, según contó a The New York Times en 2018.
Estos problemas han puesto en aprietos su matrimonio junto a Kim, de quien ha estado separado por ciertos periodos; sin embargo, en su arranque de ayer dejó entrever que están juntos de nuevo e, incluso, subió una imagen diciendo que Kim será su abogada, un oficio que ella ha estado estudiando en una carrera e internado que finalizará en 2022, dijo The Sun.
En julio pasado, Kanye escribió en Twitter y luego borró, que estaba tratando de divorcisarse de Kim y que ella y su suegra, Kris Jenner, querían encerrarlo en un centro siquiátrico.
Días más tarde, Kim contestó que su marido sufría de trastornos bipolares y que pedía que lo entendieran.
Hasta el cierre de esta edición, ni la Academia ni Universal Music y Sony han hecho algún comentario.
EL DATO
Multimillonario
Kanye West es dueño de marcas como Yeezy y de la compañía disquera Good Music, sus principales fuentes de ingreso, según Forbes.