En un contexto de tensiones internacionales, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, anunció la implementación de la política “más dura” contra Estados Unidos, según informaron los medios estatales norcoreanos este domingo. La declaración llega a pocas semanas de que Donald Trump asuma nuevamente el cargo como presidente de Estados Unidos, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países.
Un regreso incierto a la diplomacia
Durante su primer mandato, Trump mantuvo un enfoque inusual hacia Corea del Norte, reuniéndose en tres ocasiones con Kim Jong-un para discutir la desnuclearización de la península coreana. Sin embargo, estas cumbres históricas colapsaron en 2019 debido a desacuerdos sobre las sanciones impuestas por Washington.
A pesar de los antecedentes de comunicación directa, expertos consideran poco probable un reinicio rápido de las conversaciones, ya que el presidente electo probablemente priorizará los conflictos en Ucrania y Medio Oriente. Además, el apoyo militar de Corea del Norte a Rusia en la guerra de Ucrania complica aún más los intentos de revivir la diplomacia bilateral.
Discursos de confrontación
Durante una reciente reunión plenaria del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Kim calificó a Estados Unidos como “el Estado más reaccionario que considera el anticomunismo como su invariable política estatal”. Además, criticó la creciente cooperación militar entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, calificándola como “un bloque militar nuclear para la agresión”.
Kim anunció que Corea del Norte lanzará una estrategia de “oposición antiestadounidense más dura” y destacó la necesidad de fortalecer tanto las capacidades militares del país como la resistencia psicológica de sus soldados. Aunque no se especificaron detalles concretos de esta estrategia, la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA) indicó que el énfasis estará en avances tecnológicos en defensa.
Pruebas armamentísticas y tensiones militares
En los últimos años, Corea del Norte ha intensificado sus pruebas de misiles balísticos, aumentando las tensiones en la región. Estas acciones buscan consolidar un arsenal nuclear confiable capaz de amenazar a Estados Unidos y sus aliados. En respuesta, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han incrementado sus ejercicios militares conjuntos, lo que Pyongyang considera un ensayo de invasión.
¿Qué esperar con Trump en la Casa Blanca?
La relación personal desarrollada entre Kim Jong-un y Trump durante su primer mandato marcó un punto de inflexión en la retórica bilateral. Sin embargo, la falta de resultados concretos y el aumento de tensiones en otros frentes internacionales dificultan el escenario para un nuevo acercamiento.
Con ambas partes endureciendo posturas, el panorama para 2025 se perfila como un año crucial en la dinámica de seguridad en la península coreana y sus implicaciones globales.