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    La falsa cura del dióxido de cloro, el millonario negocio de la familia Grenon

    Mark Grenon se despertó empapado en sudor, atormentado por una pesadilla: que su familia estaba a punto de ser capturada por las fuerzas armadas y a él querían ponerlo tras las rejas de por vida. A la mañana siguiente, el sueño de Grenon se hizo realidad. El 8 de julio de 2020, un equipo de las fuerzas especiales SWAT apareció en la sede de la iglesia Genesis II Church of Health and Healing, en Bradenton, Florida, que también funcionaba como la casa familiar. Dos de los hijos de Grenon, Jordan y Jonathan, fueron arrestados.

    Grenon, el autonombrado arzobispo de la iglesia, también era buscado por la Oficina de Investigaciones Criminales de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), junto con otro de sus ocho hijos, Joseph, pero habían huido a Colombia semanas antes. Durante más de una década, los Grenon se habían enriquecido vendiendo la Miracle Mineral Solution (MMS o Solución Mineral Milagrosa), una bebida “sacramental” que prometía curar enfermedades como el Alzheimer y el cáncer. Sin embargo, el consenso científico sostiene que es potencialmente letal y no tiene ningún valor médico.

    Dentro de una bodega ubicada en los terrenos de la iglesia, la policía incautó más de 50 galones de ácido clorhídrico y ocho mil 300 libras de clorito de sodio, que combinados producen dióxido de cloro, el ingrediente principal de MMS. El clorito de sodio es una sustancia química tan corrosiva que puede quemar la garganta, perforar el estómago y causar ceguera. El dióxido de cloro, por su parte, sirve como un agente blanqueador industrial que puede utilizarse para decolorar textiles y convertir la celulosa en papel. Cuando se ingiere, puede causar daños irreparables en el tracto respiratorio y otros órganos importantes. En 2019, la FDA alertó a los estadounidenses contra el uso del MMS, y señaló que había registrado más de 16 mil casos de intoxicación por dióxido de cloro en el país en los cinco años anteriores, incluidos dos mil 500 casos que involucraban a niños menores de 12 años.

    Un mes después de la redada en Florida, agentes militares colombianos arrestaron a Mark y Joseph en la ciudad de Santa Marta. Mark y sus tres hijos fueron acusados de conspiración para defraudar al gobierno de Estados Unidos, conspiración para violar la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos y desacato por comercializar y vender MMS, así como por violar una orden anterior de cesar sus actividades.

    Antes de la pandemia, los Grenon ganaban alrededor de 30 mil dólares mensuales por vender MMS a compradores que, a veces, estaban enfermos o moribundos, con la falsa premisa de que el dióxido de cloro podía erradicar el 95 por ciento de las enfermedades conocidas. Después del brote de coronavirus, Mark afirmó que el dióxido de cloro podía curar el COVID-19. Y entonces las ventas se triplicaron, impulsadas todavía más cuando el entonces presidente Donald Trump especuló absurdamente que los desinfectantes inyectados podían matar el virus. Según los registros bancarios revisados por la FDA, la familia estaba en camino de generar más de un millón de dólares en 2020 por las ventas de MMS, hasta que Mark y sus hijos fueron arrestados como parte de la Operación Quack Hack, el operativo de la agencia contra estafadores que promocionan medicamentos dudosos. Y es que este relato del ascenso y la caída de los Grenon se basa en documentos judiciales y grabaciones de audio y video revisadas por Bloomberg Businessweek, así como en información proporcionada por personas familiarizadas con la investigación.

    La FDA se negó a comentar por la política de no hablar sobre casos aún en proceso. Y los Grenon, que se representan a sí mismos en el caso judicial. no respondieron a varios intentos de contactarlos por correo electrónico y en cartas dirigidas a las cárceles donde se encuentran recluidos.

    De encontrarlos culpables, los hijos y el padre podrían enfrentar la pena de cadena perpetua. En un podcast grabado la misma mañana del arresto de sus hijos en Florida, Grenon señaló que la red internacional de distribuidores de MMS de la iglesia continuaría con el trabajo de la familia. “Si nos matan, tenemos a mucha gente entrenada en 145 países”, dijo. “Es probablemente lo mejor que nos puede pasar. Esto no puede detenerse”.

    En 1996, Jim Humble, un excienciólogo nacido en Alabama y convertido en buscador de oro que luego afirmó ser un dios ancestral de la galaxia de Andrómeda, estaba en una expedición minera en Guyana cuando cuatro miembros de su equipo enfermaron de malaria. Según un libro que publicó una década después, Humble purificó el agua que bebían con clorito de sodio, curándolos instantáneamente. Bautizando el líquido como Solución Mineral Milagrosa, decidió difundir la noticia de su descubrimiento. Humble partió hacia Kenia, Malawi, Sierra Leona, Tanzania y Uganda, y afirmó haber tratado a 100 mil pacientes. Ese MMS era clorito de sodio al 28 por ciento y su sabor a agua rancia de alberca aparentemente no desalentó a nadie, pues inspiró docenas de imitaciones alrededor del mundo.

    La demanda creció junto con una tendencia de desconfianza hacia la industria farmacéutica. En 2009, la milagrosa MMS ganaba terreno en algunas comunidades en línea, promovida por defensores como la actriz Lindsay Wagner, quien afirmó que trataba la urticaria. Nadie difundía el evangelio de MMS con tanto éxito como la Iglesia Genesis II, de Grenon, un cristiano criado en Massachusetts por padres católicos que se convirtieron al mormonismo. De hecho, Grenon había buscado durante mucho tiempo pastorear un rebaño propio. Inspirado por lo que luego describió como una visita de dos ángeles en Harvard Square, intentó establecer una iglesia en las afueras de Boston, en la parte trasera de un bar, pero no logró atraer a muchos fieles. Finalmente, decidió establecerse y construir su apostolado en República Dominicana.

    Ya en ese país de las Antillas, según relata Grenon en su libro Imagine, a World Without Dis-Ease: Is It Possible?, su familia enfermó de SARM, una infección por estafilococos que es particularmente resistente a los antibióticos. Ninguno de los tratamientos médicos recomendados por los doctores locales funcionó. Buscando remedios caseros en línea, descubrió el sitio web de Humble y pidió un lote de Miracle Mineral Solution. Según él, inmediatamente bajó la fiebre de la familia y curó sus llagas. Grenon pronto se puso en contacto con Humble y lo invitó a República Dominicana. Para 2010, Humble se había mudado a una de las casas del apostolado. Fue entonces cuando él y Grenon comenzaron a planear la venta a gran escala.

    La idea, explicó Grenon en un podcast, era tomar el pequeño negocio en línea de Humble y posicionarlo como el principal proveedor internacional de MMS, sobre todo en los países en desarrollo, donde los estándares de atención médica más bajos harían que las personas aceptaran con más facilidad curas no probadas científicamente. Sabiendo que tal negocio infringiría las leyes de protección al consumidor en muchos mercados, él y Humble acordaron operar bajo el manto de su iglesia y promocionar la MMS como una bebida ceremonial. Pensaron que eso les daría una suerte de fuero en países como Estados Unidos, que conceden grandes libertades a los grupos religiosos. “Miren a los católicos”, escribió Humble más tarde en una carta a sus seguidores. “Sus sacerdotes han abusado de mujeres y niños durante siglos y los gobiernos no han podido impedirlo. Si se maneja adecuadamente, una iglesia puede protegernos de las vacunas que no queremos, del seguro obligatorio y de muchas cosas que un gobierno podría querer usar para oprimirnos”.

    En otro podcast, Grenon fue incisivo: “Todo lo que haces comercialmente está bajo el Código Comercial Universal, ¿cierto?”, dijo, refiriéndose al Código Uniforme de Comercio que rige la mayoría de las transacciones en los estados de la Unión Americana. “Una iglesia está completamente separada de ese código, estatutos y leyes. Es por eso que un sacerdote puede darle vino a un niño en la iglesia públicamente y no ser arrestado. Porque es un sacramento. No pueden arrestarnos por practicar uno de nuestros sacramentos”.

    La iglesia Genesis II Church of Health and Healing quedó fundada y registrada localmente pocas semanas después de la llegada de Humble a República Dominicana. Él y Grenon se proclamaron arzobispos y comenzaron a fabricar MMS. Comercializaron la solución en el sitio web de Genesis II como “agua purificadora sacramental”, enviando por correo botellas de cuatro onzas a cambio de donaciones de 20 dólares pagadas a la iglesia.

    En diferentes ocasiones, Grenon afirmó que la fórmula podría curar el autismo, la depresión, el VIH, la esclerosis múltiple y más enfermedades. Para eliminar cálculos renales, recetaba ingerir tres gotas cada hora durante ocho horas al día por tres semanas. Para tratar un infarto, dos cucharadas. Para combatir el cáncer de piel, rociar todo el cuerpo. En publicaciones de Facebook de principios de la década de 2010, miembros de grupos estadounidenses dedicados a promover MMS subían imágenes de lo que parecían ser quemaduras químicas en brazos, piernas y torsos. Preguntaban si esas marcas eran una señal de que el sacramento estaba funcionando.

    Humble y Grenon, así como los hijos obispos de este último, Jordan, Jonathan y Joseph, comenzaron a organizar seminarios de dos días en hoteles de Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Estados Unidos y otros países. Los asistentes pagaban 450 dólares por cabeza para ser ordenados como “ministros de salud”, capacitados en la fabricación de MMS y autorizados para distribuir la solución en sus comunidades locales. Gracias a los seminarios y al consiguiente aumento de las ventas, los Grenon comenzaron a ganar al menos 100 mil dólares por año, según los extractos bancarios proporcionados por Wells Fargo a la FDA.

    Para entonces ya había evidencia de que el uso de MMS podía ser fatal. En 2009, el jubilado estadounidense Doug Nash y su esposa mexicana, Sylvia Fink, se embarcaron en una travesía por el mundo a bordo de su velero, el Windcastle. De camino a las Islas Salomón, conocieron a una pareja, un belga y una estadounidense, que le vendieron MMS a Fink como medicina contra la malaria. Una mañana de agosto, después de una noche de fiesta en la remota isla de Epi para celebrar una carrera anual de canoas, Fink mezcló dos gotas de MMS con 10 gotas de jugo de limón y lo bebió en la terraza del barco. Al cabo de 15 minutos, vomitó incontrolablemente hasta echar únicamente bilis. También sentía ardor al orinar. Nash pidió asistencia médica por radio, pero al anochecer Fink entró en coma. Murió a las nueve de la noche.

    El informe de la autopsia reveló un nivel significativamente alto de metahemoglobina en la sangre, uno de los síntomas generados por la alta exposición al clorito. “Era una sustancia que definitivamente actuó como lo haría un veneno en su intestino”, dice Nash sobre la solución mineral milagrosa. “Su cuerpo se deshidrató tanto que sus órganos empezaron a fallar”. Al hablar del arresto de Grenon, añade: “No tengo idea de cuál debería ser la pena por vender un químico industrial que es muy peligroso si se usa incorrectamente. Pero merece ser castigado”.

    La muerte de Fink resonó tanto en Oceanía que, cuando Grenon y Humble fueron a Australia y Nueva Zelanda para impartir seminarios cinco años después, con el propósito de comercializar MMS como una cura para el ébola, algunas etapas de su gira fueron canceladas por los gobiernos locales. De 2009 a 2014, el Centro de Información Toxicológica de Victoria atribuyó al menos 10 intoxicaciones en Australia al MMS. En un caso particularmente grave de abril de 2009, una mujer fue multada por inyectar MMS a enfermos de cáncer en su garaje, desaconsejando la quimioterapia y cobrándoles hasta dos mil dólares por inyección.

    Las prácticas de Genesis II llegaron a oídos de la FDA a principios de la década 2010, según una persona familiarizada con la investigación. Con la creciente adopción de MMS gracias a grupos de Facebook e iglesias afiliadas, las autoridades se pusieron en contacto con la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo, que comenzó a trabajar con el gobierno dominicano para detener la distribución de productos blanqueadores comercializados para su ingesta. La policía dominicana fue a Barahona para detener a Grenon y Humble, pero nada pudo hacer cuando los dos hombres respondieron: “¡Somos una iglesia!”.

    En 2015, el gobierno estadounidense condenó a Louis Daniel Smith, miembro de la iglesia Genesis II en el estado de Washington, a casi cinco años de prisión por vender MMS a través de una empresa llamada Project GreenLife, que había simulado ser una compañía de tratamiento de aguas residuales para conseguir los ingredientes necesarios para producir dióxido de cloro sin reportárselo a la FDA. Según los registros judiciales, Smith le envió un correo electrónico a su padre para ponerlo al tanto de las ganancias de la venta de MMS y otros productos similares: “100 mil botellas a 15 dólares y 100 mil libros a 15 dólares son 3 MILLONES de dólares. Duplica eso y seremos HOMBRES de SEIS MILLONES DE DÓLARES”.

    En algún momento de 2015, Humble y Grenon discutieron por el reparto de ganancias. Humble dejó Genesis II para construir una nueva vida en México. En 2016, tras ser localizado en Guadalajara por un equipo de ABC News, se convirtió en apóstata y escribió en un blog: “¡Hoy declaro que MMS no cura nada!”.

    El consumo del clorito sacramental siguió creciendo, en gran parte lejos del ojo público a pesar de las 16 mil intoxicaciones por dióxido de cloro registradas en Estados Unidos de 2014 a 2019. Genesis II llegó a capacitar dos mil “ministros” en todo el mundo y vendió millones de viales de MMS a compradores en línea a través de eBay y Amazon. La solución que lleva la marca de la iglesia no se ha incluido en esos sitios web desde el arresto de los Grenon, pero todavía pueden comprarse imitaciones.

    En julio de 2019, el agente especial de la FDA, José River, fue asignado al caso Grenon. Según una declaración, visitó el sitio web de Genesis II en octubre y, utilizando un nombre falso, pidió un “Kit Sacramental G2”. Cuando llegó el kit, una nota impresa en el frasco de MMS decía: “Así como el agua debe purificarse para la salud, también debe purificarse el agua del cuerpo, la sangre y sus tejidos para mantener la salud. Arzobispo Mark Grenon”.

    Rivera escribió a una dirección de correo electrónico que venía impresa en un folleto del envío y preguntó con qué frecuencia su esposa debería beber MMS para curar su cáncer de vejiga. Jordan Grenon respondió. Sugirió dos gotas por hora. En enero de 2020, Rivera comenzó a vigilar una dirección de Bradenton que aparecía en la etiqueta de devolución: la sede de la iglesia y la casa familiar en Florida. Los registros públicos mostraron que la propiedad pertenecía a Jonathan Grenon.

    Cuando la pandemia de COVID-19 llegó a Estados Unidos dos meses después, la avalancha de quejas ciudadanas por la venta de curas y pruebas contra el coronavirus no aprobadas obligó a la FDA a lanzar la Operación Quack Hack, dirigida a 700 grupos sospechosos de fraude. Entre tanto, las ventas mensuales de la iglesia rebasaban los 100 mil dólares luego de que Mark Grenon afirmara, en marzo, que el dióxido de cloro podía combatir la enfermedad. Rivera compró un segundo kit y lo envió a una dirección en Atlanta. Informó a sus superiores que las instrucciones aconsejaban a los enfermos de COVID-19 “tomar una dosis de seis gotas de MMS y, una hora más tarde, tomar otra dosis de seis gotas. Después, cada hora tomar tres gotas activadas en cuatro onzas de agua. En el caso de los niños, siga las mismas instrucciones anteriores, pero reduzca las cantidades a la mitad”.

    La FDA y la Comisión Federal de Comercio enviaron una carta a los Grenon el 8 de abril, advirtiéndoles que sus ventas de MMS violaban la ley federal. La semana siguiente, un tribunal federal de Florida emitió una orden judicial para detener la distribución, con la encomienda de “perseguir con celo a los defraudadores que busquen aprovechar la pandemia de COVID-19”. Pero las autoridades nunca imaginaron el respaldo que estaban a punto de recibir estos remedios a base de cloro… “Allí tenemos el desinfectante, que lo aniquila en un minuto: un minuto. ¿Hay alguna forma de hacer algo así mediante una inyección? Es casi como una limpieza. Porque (el coronavirus) llega a los pulmones y hace un gran daño… sería interesante revisar eso”, dijo Donald Trump en una conferencia el 23 de abril en la Casa Blanca.

    No está claro cómo llegó Trump a la conclusión de que inyectar desinfectante podría tener algún beneficio médico. Los testimonios de curas a base de desinfectantes estaban, sin duda, circulando en línea entre los teóricos de la conspiración de QAnon y en los círculos escépticos de las vacunas. Pero es concebible que Genesis II desempeñara un papel; al menos su arzobispo se atribuyó el mérito. Días antes de estas declaraciones del republicano, Grenon había dicho en su webcast semanal que le había escrito al presidente sobre sus problemas legales. En su mensaje, aprovechó también para decirle a Trump que MMS era “una desintoxicación maravillosa que puede matar el 99 por ciento de los patógenos en el cuerpo” y “eliminar del cuerpo el COVID-19”. Tras el respaldo de Trump, Grenon afirmó, sin evidencia, que el presidente había recibido dióxido de cloro de más de dos docenas de simpatizantes de la iglesia y que Genesis II tenía un canal con el presidente a través de un miembro de la familia Trump.

    En otro podcast, Grenon declaró que no tenía intención de acatar la orden judicial de cesar operaciones. Pero lo que más llamó la atención es que hizo una advertencia invocando la Enmienda Constitucional que garantiza el derecho a portar armas. “Tenemos la Segunda [Enmienda], ¿verdad? Cuando el Congreso hace cosas inmorales, aprueba leyes inmorales, es cuando uno toma las armas, ¿verdad? ¿Quieren un Waco? ¿Quieren un Waco?”, dijo en referencia a la incursión de la policía federal en 1993 en la sede de una secta religiosa de Texas que dejó 86 muertos.

    En mayo, la jueza de distrito Kathleen Williams emitió una orden de restricción que prohibía a Genesis II etiquetar, poseer o distribuir cualquier medicamento fraudulento, incluida la Solución Mineral Milagrosa. Grenon respondió lo siguiente: “No tienen autoridad sobre nuestra iglesia”. En otro podcast, grabado poco antes de que él y Joseph huyeran a Colombia, advirtió: “Podrían destituirla, Sra. Williams”.

    Genesis II eliminó la página principal del producto MMS de su tienda en línea, pero según documentos judiciales, los Grenon continuaron vendiendo ese producto por email y por teléfono, incluso a otros investigadores encubiertos de la FDA. La familia siguió vendiendo hasta la redada en julio. Después de los arrestos de sus dos hijos, Mark comentó en un podcast que la FDA era “irrelevante” y que confiaba en que Trump pararía el caso en los tribunales. Aseguró que el Departamento de Justicia lamentaría su papel de atraer el caso y que, si terminaba en un juicio, el juez y los fiscales acabarían en la cárcel y la FDA sería desmantelada.

    El 26 de abril, mientras Mark y Joseph esperaban la extradición de Colombia, Jonathan y Jordan fueron encausados. Se declararon inocentes. Mark y Joseph serán juzgados en Estados Unidos junto con Jonathan y Jordan en los próximos meses. Si son declarados culpables, los cuatro hombres podrían enfrentar cárcel de por vida. Sería el castigo legal más severo hasta la fecha para cualquier persona acusada de envenenar a las víctimas con dióxido de cloro para lucro personal.

    Sin embargo, la iglesia está aumentando su presencia en algunos países de América Latina. Cientos de compradores hacen fila en los centros de distribución de MMS en comunidades rurales pobres ante el lento ritmo de las campañas de vacunación. El Ministerio de Salud de Bolivia reportó el año pasado 10 intoxicaciones por dióxido de cloro derivadas de MMS. En febrero de este año, Argentina inició una investigación contra un líder local de Genesis II luego de la muerte de un hombre de 50 años y un niño de cinco años que habían consumido la fórmula.

    El sitio web oficial de la iglesia todavía está en línea tras haber migrado a servidores chilenos después de su clausura en Estados Unidos. Tiene páginas activas en Argentina, Australia, Burkina Faso, Camerún, Canadá, Chile, Colombia, Ghana, Irlanda, Países Bajos, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos y Uruguay. El sacramento sigue administrándose a cambio de un donativo de 20 dólares”.

    Este texto es parte del especial de la revista Bloomberg Businessweek México ‘Pemex: rezago verde y golpe al clima’. Consulta aquí la edición fast de este número.

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