Nueva York.- Genaro García Luna, el hombre que una vez fue el poderoso secretario de Seguridad Pública de México, está a punto de conocer su destino final. Tras cinco años en prisión, el exfuncionario enfrenta una sentencia decisiva que podría condenarlo a pasar el resto de su vida en la cárcel.
Encarcelado en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn bajo el número 59745-177, García Luna fue declarado culpable de colaborar con el Cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos del mundo.
El que fuera una pieza clave en la guerra contra el narcotráfico durante el gobierno de Felipe Calderón, ahora es descrito por compañeros de prisión y custodios como un preso modelo, que dedica su tiempo a labores de limpieza y a impartir clases a otros reclusos. Sin embargo, para la Fiscalía, García Luna es un traidor que utilizó su posición para proteger a narcotraficantes a cambio de sobornos millonarios, y exigen que pase el resto de su vida en prisión.
García Luna fue arrestado el 9 de diciembre de 2019 en Irving, Texas, por agentes de la DEA. Acusado de conspirar durante más de dos décadas con el Cártel de Sinaloa, la noticia de su detención fue un golpe inesperado para quien había sido un aliado cercano de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Los cargos en su contra incluyen conspiración para traficar cocaína y delincuencia organizada, además de mentir en su solicitud de naturalización.
Desde entonces, García Luna ha vivido en condiciones que él mismo calificó de infrahumanas en una carta enviada al juez Brian Cogan. A lo largo de su estancia en el centro de detención, ha participado en cursos de autoayuda, talleres sobre manejo de la ira y programas contra el tráfico de drogas, todo mientras espera su sentencia.
A lo largo de estos años, García Luna ha sido descrito como un recluso respetado por sus compañeros. Según sus custodios, es un hombre humilde y responsable que se ha encargado de mantener limpias las áreas comunes de la prisión y de impartir clases para que otros reos obtengan GED, el equivalente a un diploma de secundaria. Su dedicación le ha valido el aprecio de varios presos, quienes lo consideran un amigo y confidente.
Sin embargo, el pasado de García Luna como arquitecto de la guerra contra las drogas y su caída en desgracia han sido marcados por acusaciones graves. La Fiscalía ha presentado pruebas de que el exfuncionario no solo colaboró con el Cártel de Sinaloa, sino que también intentó sobornar a otros reclusos y amenazó a narcotraficantes dispuestos a testificar en su contra.
La sentencia de García Luna está prevista para este 16 de octubre, en un proceso que será supervisado por el juez Brian Cogan, el mismo que condenó a cadena perpetua a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en 2019. Mientras que la defensa ha pedido clemencia, argumentando que su estancia en el MDC ha sido un castigo severo, la Fiscalía ha solicitado una pena máxima, afirmando que los crímenes del acusado exigen justicia.
Lo que está claro es que el exzar antidrogas de México se encuentra en el centro de una de las historias más increíbles y trágicas del sistema judicial contemporáneo, una caída que ha conmocionado tanto a México como a Estados Unidos.