En un esfuerzo por enfrentar los desafíos globales del siglo XXI, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el esperado Pacto para el Futuro durante su cumbre anual en Nueva York. El secretario general de la ONU, António Guterres, lo calificó como un hito, pero advirtió que la verdadera dificultad radica en transformar el acuerdo en acciones concretas.
El pacto, diseñado para abordar cuestiones críticas como el cambio climático, la inteligencia artificial, los conflictos armados y la creciente desigualdad, recibió un amplio respaldo de los 193 miembros de la ONU. Sin embargo, no estuvo exento de controversia, con Rusia intentando modificar significativamente el documento antes de su aprobación.
Durante la apertura de la Cumbre del Futuro, Guterres subrayó la urgencia del momento: “Estamos aquí para recuperar al multilateralismo del borde del precipicio”, afirmó, subrayando la necesidad de pasar del consenso a la acción efectiva. Los 56 puntos del pacto buscan impulsar la cooperación internacional en un mundo dividido, donde las crisis avanzan más rápido que las soluciones.
África y México rechazan las enmiendas rusas
La tensión creció cuando el viceministro ruso de Exteriores, Sergey Vershinin, presentó una enmienda que debilitaba varias partes clave del pacto. Aunque Rusia ha ganado influencia en algunas naciones africanas, su intento de modificar el acuerdo fue rápidamente rechazado por las 54 naciones africanas. En una contundente moción liderada por la República del Congo, los africanos, respaldados por México, lograron que 143 países apoyaran su rechazo a las enmiendas rusas.
Este revés para Moscú fue interpretado por expertos como una señal de que, a pesar de su creciente presencia en países como Mali y Burkina Faso, su influencia en la arena diplomática global enfrenta nuevos desafíos.
Un llamado a la acción
Tras la aprobación del pacto, el presidente de la Asamblea General, Philémon Yang, dio paso a una votación simbólica que culminó en un unánime aplauso. Guterres agradeció a los estados miembros por su compromiso, pero advirtió que la verdadera prueba será convertir las palabras en acciones.
“Lo más difícil está por venir”, señaló el secretario general, lanzando un desafío a los líderes mundiales para que no se queden en el discurso y actúen rápido y de manera decisiva para asegurar un futuro sostenible para los más de 8.000 millones de habitantes del planeta.
La Cumbre del Futuro continuará con intervenciones clave, incluyendo las de líderes como el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y el iraní Masoud Pezeshkian, quienes expondrán sus visiones sobre cómo enfrentar las crecientes crisis globales.
Con el multilateralismo tambaleante y las naciones divididas, el éxito de este pacto dependerá de la voluntad política para superar las tensiones geopolíticas y trabajar en conjunto por un bien común.