Queen ha vendido más de 300 millones de discos, forma parte del Salón de la Fama del Rock N’ Roll, hizo vibrar al mundo —incluyendo a la reina Isabel II— en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, ha sido reconocida con el Grammy por su trayectoria, tiene una película que se convirtió en el musical biográfico con más recaudación en la historia con 900 millones de dólares y tendrá su propia colección de estampillas postales en el Correo Real del Reino Unido.
Para que todo eso pasara, la banda tuvo que transformarse y encontrar su propia identidad en una época en la que la creatividad era el valor más importante en la industria de la música.
Y como todo, hubo un principio que fue el punto de inflexión, un show que parecía pequeño, pero que marcó el camino del grupo, integrado en ese momento por Roger Taylor, Freddie Mercury, Brian May y el bajista Mike Grose, quienes bajo el nombre de Smile tocaron en la ciudad de Truro, condado de Cornwall, como parte de un evento benéfico para la Cruz Roja el 27 de junio de 1970.
Mercury —quien aún era conocido por su nombre de pila Farrokh Bulsara— se unió a ellos a principios de ese año como el vocalista y desde su integración tenía la idea de cambiar el nombre de la agrupación a Queen; la propuesta fue aceptada por Taylor y May, sin embargo, para la inscripción al evento que se llevaría a cabo en el verano, el cambio de nombre había llegado tarde y habían sido anotados como Smile.
Así, con la corona ya puesta, pero sin haberlo dado a conocer, Smile llegó a la ciudad británica a sacudir a la audiencia con su estilo. Fue ahí, y gracias a la mamá de Taylor, quien los inscribió, cuando la sonrisa comenzó su transformación a la realeza de la música británica.
La presentación fue concretada por mi mamá para que tocáramos en beneficio de la Cruz Roja. Nos pagaron 50 libras esterlinas (mil 410 pesos, aproximadamente), que en aquel momento era mucho dinero y no estoy muy seguro de que haya habido muchas personas.
El sonido de Queen ya estaba ahí. Brian, desde entonces, tenía un sonido muy particular con su guitarra, habíamos estado tocando, casi de manera telepática, desde entonces. Eres muy afortunado de estar en una banda y tener el tipo de relación que existe entre Brian y yo… hacíamos —y hacemos— mucho ruido juntos”, compartió Taylor hace un par de años al sitio Cornwall Live.
Pocos son los detalles puntuales que se han documentado de aquella presentación; se conoce que la banda estaba enfocada en desarrollar su propia identidad y presentar parte del material en el que habían estado trabajando —y que al tiempo algunas canciones formarían parte de su primer disco de estudio—; Stone Cold Crazy y Son and Daughter fueron dos de los temas que tocaron aquel día, además de algunos cóvers de Elvis Presley y Little Richard.
Nuestra presentación era un verdadero show, más orientado hacia el rock n’ roll de lo que después hicimos en el primer disco. Si subes a un escenario y la gente no conoce tu material es muy fácil que se aburra cuando tocas sólo tus canciones todo el tiempo”, señaló May en la misma entrevista.
Era el primer show de Freddie en forma con nosotros y mi mamá estaba un poco shockeada. Aún no tenía la técnica que desarrolló con el tiempo. Tenía una musicalidad natural y fue un regalo extraordinario, pero cuando lo conocimos tenía un vibrato muy raro que a algunas personas les parecía un poco estresante, él se aplicó y se olvidó de su persona, se inventó a sí mismo”, compartió Taylor en una entrevista para el sitio oficial de la banda.
Por su parte, Mike Grose —el primer bajista de Queen y tocó en sus primeros tres shows— recordó hace un par de años aquel show.
Nos dieron 50 libras, pienso que no había mucho dinero para pagarnos a que era una audiencia muy pequeña. Estábamos anunciados como Smile, pero para ese momento ya éramos Queen.
Freddie dio muchísimo en esa primera presentación, me acuerdo que saltaba por todo el lugar y se pavoneaba un poco como Mick Jagger, pero con su propio estilo”, compartió Grose.
Ese año Queen continuó presentándose en diferentes lugares del Reino Unido; Grose abandonó la banda en agosto y en su lugar entró Barry Mitchell, pero fue en marzo de 1971 cuando John Deacon se unió al grupo, convirtiéndose en el último elemento clave que amalgamaría el sonido clásico de los británicos que se han convertido en referencia e influencia de la industria… así como parte de la realeza musical.