Ante el aumento de las temperaturas a nivel mundial y con la llegada del verano al hemisferio norte, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) ha lanzado una campaña internacional urgente para mitigar los efectos mortales del calor extremo, una amenaza climática silenciosa que cobra cerca de medio millón de vidas cada año.
La iniciativa pone el foco en los sectores más vulnerables de la población: personas mayores, niños pequeños, trabajadores al aire libre y comunidades con acceso limitado a servicios de salud. Según la FICR, muchas de las muertes por calor podrían evitarse con medidas básicas y anticipación.
“Cada verano, miles de personas mueren innecesariamente. No podemos seguir normalizando esta tragedia. El calor extremo también mata”, advirtió Tommaso della Longa, portavoz de la organización.
La campaña propone desde sistemas de alerta temprana hasta acciones comunitarias como puntos de hidratación, espacios de sombra en áreas urbanas y campañas informativas. Además, llama a los gobiernos a incluir los datos meteorológicos y climáticos en la planificación sanitaria.
Expertos señalan que, con una preparación adecuada, podrían evitarse más de 100 mil muertes anuales vinculadas al calor. En un planeta cada vez más caliente, la prevención se vuelve una herramienta tan urgente como el agua potable.