Puebla está a punto de hacer historia con una reforma legal que busca transformar la manera en que se registran los apellidos en las actas de nacimiento. La diputada local Graciela Palomares Ramírez presentó una iniciativa para modificar el Código Civil del estado y permitir que, por decisión de los padres, el apellido materno pueda colocarse antes que el paterno al registrar oficialmente a un recién nacido.
La propuesta, que podría entrar en vigor en 2025 si es aprobada por el Congreso del Estado, apunta a eliminar una práctica profundamente arraigada en la cultura mexicana: dar automáticamente prioridad al apellido del padre. Según Palomares Ramírez, esta tradición representa un acto discriminatorio hacia las mujeres, al relegar su identidad a un segundo plano incluso en los documentos más básicos.
“Es momento de romper con prácticas que invisibilizan a las madres. Esta reforma es un paso hacia la igualdad real y el reconocimiento de los derechos de las mujeres”, afirmó la legisladora.
Aunque en algunas regiones del país ya es posible elegir el orden de los apellidos, en la mayoría de los casos el apellido paterno se impone por costumbre o desconocimiento de otras opciones legales. Con esta reforma, Puebla busca abrir la puerta a una decisión más equitativa y consciente por parte de los padres.
Una de las claves de la iniciativa es que, en caso de desacuerdo entre los progenitores sobre el orden de los apellidos, el apellido materno tendría prioridad, rompiendo con siglos de tradición patriarcal.
Esta propuesta ha generado ya reacciones divididas entre la ciudadanía. Algunos la ven como un avance hacia la igualdad de género; otros consideran que cambiar el orden de los apellidos podría generar confusión administrativa o romper con la estructura familiar tradicional.
Lo cierto es que, de aprobarse, esta reforma podría sentar un precedente a nivel nacional y abrir la discusión en otros estados sobre cómo y por qué elegimos el nombre completo de nuestras hijas e hijos.
¿Y tú, estarías de acuerdo con este cambio?