El freno que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Secretaría de Energía (Sener) han puesto a los permisos para que las empresas privadas inviertan en infraestructura para transportar y almacenar gasolina, impide que bajen los precios, coinciden analistas.
“Si se creara infraestructura de almacenamiento y de transporte de productos, como sucede en España, Argentina, Chile o Brasil, se quitaría el costo de transporte. El objetivo de la reforma energética era crear infraestructura, que los inversionistas pusieran terminales y ductos, y se reforzaran las líneas de suministro, todo eso lo vino a detener la Sener y la CRE”, indicó Santiago Arroyo, director de Ursus Energy.
Susana Cazorla, analista del sector energético, señaló que con la reforma energética se esperaba que las empresas privadas ampliarán la capacidad para transportar gasolina, con modelos para desarrollar la infraestructura.
“Si tienes infraestructura y suficiente capacidad, los comercializadores pueden tener contratos de más largo plazo con mejores precios. Si puedes almacenar inventarios a periodos largos, por ejemplo a un año, el precio es distinto a si tienes que comprar cada mes”, dijo.
“Tiene muchas bondades el tener buena infraestructura, sobre todo de almacenamiento, porque incurres menos veces al año en costos de almacenamiento y transporte, y eso va quitando presiones sobre el usuario final”, apuntó.
Rosanety Barrios, analista del sector energético, señaló que los frenos a los permisos bloquean la competencia y dañan al consumidor, “mientras más competidores haya, aumenta la posibilidad de mejores precios”, afirmó.
Arroyo, de Ursus, expuso que en México hay cerca de 12 mil 600 gasolineras, mientras que en EU son 100 mil estaciones de servicio, “aquí en México tendríamos que contar con 20 mil para tener un mercado más competitivo. De las 12 mil 600, cerca de 6 mil 400 son de Pemex”, expuso el experto.