El doctor Octavio Gómez Ramos, jefe del Servicio Mareográfico Nacional de la UNAM, señaló que gracias a que sus instalaciones en la zona en donde impactó el huracán Otis en el estado de Guerrero resistieron, se pudo obtener la velocidad de ráfagas de este sistema ciclónico, que alcanzó casi los 330 kilómetros por hora, dato que es altísimo y pocas veces en el mundo se ha obtenido.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Multicast, Gómez Ramos comentó que en cuanto a la velocidad de ráfaga de Otis, “se tuvo una medición de ráfaga se tuvo una 329.76 kilómetros por hora que es realmente altísimo y pocas ocasiones en el mundo han medido esa velocidad, que se da sólo por un tiempecito pero es altísimo”.
Precisó que, en cuanto a los máximos vientos sostenidos, “nosotros medimos 182.28 kilómetros por hora que también es muchísimo y esos son los que causan la destrucción”.
Señaló que la medición de los vientos sostenidos “es importante para los análisis de riesgo porque es el que causa la mayor destrucción, pero la velocidad de ráfaga, esos piquitos que alcanza son importantes para los modelos numéricos que son la herramienta más importantes para los modelos numéricos que son las herramientas más importante que se tiene para prevenirnos de huracanes”.
Arrasó con 63 mil negocios
Al menos 63 mil negocios establecidos en el Puerto de Acapulco de todos los giros, de todos los segmentos económicos, se perdieron por el embate de Otis, reportó Alejandro Martínez Sidney, Presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos en Acapulco.
“Son hoteles, restaurantes, bares, discotecas, servicios turísticos”, detalló en entrevista para la Primera Emisión de Imagen Radio.
Una parte de la pérdida se dio por la fuerza del fenómeno meteorológico, pero la otra, abundó, por el saqueo.
Hubo una rapiña que “tiene una justificación y hay otra rapiña voraz, criminal”, acusó, porque “fueron sobre las cajas fuertes de los establecimientos, se llevaban los cajeros de los bancos, intentaron entrar a bóvedas de los bancos, acabaron con la relojería fina…”.
Hizo un llamado a la presidenta Municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, para que active a su personal operativo en las zonas prioritarias del comercio.