Un informe revela que niños y adolescentes recurren frecuentemente a plataformas digitales para escapar de problemas personales, lo que evidencia su impacto emocional y su relación con síntomas como ansiedad, tristeza y bajo rendimiento escolar. Además, se destaca que muchos comienzan a utilizar teléfonos móviles a edades tempranas y que existe un uso elevado de videojuegos como vía de escape emocional
El 56% de los niños y adolescentes hacen uso de las redes sociales como una estrategia de escape ante problemas personales, lo que indica que el papel emocional que este tipo de plataformas ejercen en la gestión de las dificultades que pueden atravesar en esta etapa de la vida
Así lo revela el informe ‘Infancia, adolescencia y pantallas’ elaborado por el Centro de Investigación de la Infancia y la Adolescencia de la Universidad Miguel Hernández (UMH) junto con otros documentos recientes que aborda los problemas psicológicos en la infancia y la adolescencia.
Un Observatorio de salud mental
“Estos datos suponen el inicio del Observatorio Español de la Salud Mental Infanto-Juvenil, una plataforma que recopila y lleva a la sociedad información actualizada sobre la salud mental de niños y adolescentes”, según la catedrática de Tratamiento Psicológico Infantil de la UMH, Mireia Orgilés, que incidió la idea de ir actualizando los datos con el paso del tiempo para que se puedan tener siempre a mano estadísticas recientes.
En lo referente al uso de las pantallas ha dado a conocer los hábitos de uso de las tecnologías y cuáles son los factores psicológicos que les afectan. Los datos revelan que el 56% de los adolescentes y el 50% de los niños utilizan las redes sociales como una estrategia para olvidar problemas.
Unas cifras que muestran que la adolescencia es una etapa en la que se tiende a buscar más refugio que durante la infancia en estas aplicaciones, aunque se trata de una estrategia común en ambos segmentos de edad. “Es evidente de que es una estrategia en la que tratan de regular sus emociones, pero de forma equívoca”, valoró Orgilés durante su exposición.
El impacto de las redes sociales en niños y adolescentes también es elevado si se analiza en sentido amplio: el 93% usan redes sociales, siendo las más populares Youtube, WhatsApp, TikTok e Instagram.
Además, el 67% de jóvenes de entre 9 y 16 años hace uso de ellas diariamente, porcentaje que alcanza el 95% durante la etapa de la adolescencia. Por género, son las jóvenes y las niñas las que usan más este tipo de canales de comunicación (70% frente al 64%). Además, si se analiza el contenido que se comparte, las chicas (62%) comparten selfis y fotos personales mucho más que los chicos (38%).
Este último dato sugiere, según el estudio, una mayor tendencia hacia la búsqueda de aprobación social entre ellas. Otra de las principales conclusiones del estudio es que casi el 60% de los niños y adolescentes no conoce en persona a los amigos o seguidores que tiene en redes sociales.
Teléfono móvil a los 10 años
Siguiendo con el uso de las nuevas tecnologías, el estudio revela que la edad media de acceso a un teléfono móvil propio es a los 10 años, aunque la más frecuente es un año después, a los 11 y cuanto más se tarde, mejor.
De hecho, casi un 8% de los encuestados tuvo su primer smartphone a los 6 o 7 años, porcentaje que se eleva hasta el 15.6% si se tiene en cuenta también el acceso a los 8 o 9 años.
Sólo un 1.5% de jóvenes obtuvo su primer teléfono a partir de los 14 años de edad.
El uso de los videojuegos, a examen
El estudio también realiza un análisis sobre el uso de los videojuegos por parte de este segmento de población. Como detalles relevantes se desprende que más de un 35% de los encuestados juega a diario, siendo ellos (52%) los que hacen un mayor uso de esta forma de entretenimiento que ellas (20%).
Además, el 63% afirma utilizar los videojuegos para liberar un estado de ánimo negativo, es decir, como vía de escape de sentimientos como tristeza, ansiedad o culpabilidad.
Respecto al abuso de estos productos, el 53% de adolescentes encuestados afirma no haber podido controlar su uso pese a intentarlo, lo que ha desencadenado sentimientos de irritabilidad, ansiedad o tristeza en el 46%.
Rendimiento académico y sintomatología emocional
Entre las conclusiones del estudio, se remarca que un mayor uso de redes sociales y videojuegos está relacionado con un rendimiento más bajo en los estudios. Mientras que el uso de las redes por parte de los niños se asocia con un incremento de síntomas de ansiedad, dificultades para el control de la ira o problemas de atención e hiperactividad.
En jóvenes, se relaciona con un aumento de los síntomas de ansiedad, depresión o problemas en el rendimiento escolar.
Un 18% ha realizado un intento de suicidio
El otro estudio, que lleva por título ‘Problemas psicológicos en la infancia y la adolescencia’, muestra que el 55% de niños y adolescentes encuestados ha valorado en alguna ocasión quitarse la vida, y un 18% admite haber realizado algún intento.
El 32% de los participantes sí ha considerado realmente en algún momento esta acción o ha realizado planes al respecto. Una cuestión para la que no hay una clara diferencia de género en las respuestas, aunque hay un mayor porcentaje de chicas que de chicos que optan por no responder.
Recomendaciones
Ante estos resultados, el estudio plantea al entorno familiar y educativo un total de siete recomendaciones para mejorar la situación. Entre ellas destaca el hecho de que los padres conozcan los hábitos de consumo de sus hijos, les enseñen a manejar la información que circula en Internet y fomenten canales de comunicación abierta padre-hijo. De manera, los más pequeños pueden expresar a sus progenitores aquellos problemas que les vayan surgiendo con el uso de las tecnologías.
Entre las recomendaciones destacan la regulación del uso de estas herramientas con normas que tengan en cuenta desde el tipo de contenido hasta los horarios. “Esto debe hacerse en conjunto con el adolescente, fomentando su participación en el proceso”, destaca este estudio. A ello se suma la importancia de promover actividades de ocio alternativas a las del mundo digital, entre las que se destacan los deportes, los juegos de mesa o la lectura. “Son opciones saludables y pueden disminuir el tiempo que los adolescentes pasan en línea”.