En una reunión privada con altos representantes de Morena, el partido delineó dos ambiciosos objetivos: una reforma constitucional para consolidar la “supremacía constitucional” y un esfuerzo masivo para afiliar a 10 millones de ciudadanos, con la meta de convertir a Morena en “el partido más grande del mundo”.
El encuentro, que contó con la presencia de Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, reveló los planes del partido en el Congreso. Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, y Adán Augusto López, coordinador de los diputados, liderarán la iniciativa que pretende modificar los artículos 105 y 107 de la Constitución. La propuesta busca que ninguna autoridad, ni siquiera la Suprema Corte de Justicia, pueda contradecir las reformas del poder constituyente.
Monreal argumentó que este cambio “reafirmará el poder del Congreso en su capacidad reformadora”. La propuesta llega en medio de una creciente tensión entre el poder judicial y el legislativo, tras una serie de decisiones judiciales que han revertido cambios impulsados por Morena.
Además de esta reforma, López Beltrán instó a los militantes a trabajar en la afiliación de 10 millones de personas, destacando la importancia de fortalecer la estructura partidista desde la base. El objetivo, según sus palabras, es convertir a Morena en “el partido más grande del mundo”.
Pese a las tensiones con el poder judicial, Monreal subrayó que Morena no buscará interponer juicios políticos contra jueces que han bloqueado algunas reformas, señalando que “no vale la pena”.
Con estas estrategias, Morena se prepara para consolidar su poder en el país y ampliar su base electoral, enfrentando los desafíos que se presentan tanto en el ámbito político como jurídico.