MÉXICO.
Si bien en México se han registrado miles de casos de feminicidios a lo largo y ancho del país, uno de los que más ha atraído la atención es el de la activista Marisela Escobedo, quien en busca de la justicia por su hija asesinada, murió tres veces durante ese tiempo.
Y es que la mujer murió la primera vez en 2008 cuando a su hija Rubí Marisol le arrebataron la vida; la segunda vez fue en 2009 cuando jueces del Poder Judicial del estado de Chihuahua dejaron en libertad al asesino de esta pese a que contaban con la confesión del agresor, y finalmente en 2010 cuando Marisela fue asesinada frente al palacio de gobierno de dicho estado cuando se manifestaba para exigir justicia por el feminicidio de su hija.
Su caso retomó gran eco a nivel nacional e internacional pues retrata la violencia sistematizada que viven las mujeres mexicanas y cómo las autoridades del país se vuelven cómplices de la impunidad, por lo que ahora Netflix lanzó este 14 de octubre el documental “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, el cual relatará la historia de la activista.
La historia de Marisela en el activismo social inició en 2008 luego de que su hija Rubí Marisol fuera asesinada en Ciudad Juárez a manos de Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien era su pareja sentimental.
Rubí vivía con su agresor y su pequeña hija, pero en agosto de ese año desapareció, y Barraza Bocanegra huyó con la menor. Tras ello, la activista con sus propios recursos inició la búsqueda del sujeto a quien logró localizar en Fresnillo, Zacatecas donde fue detenido y trasladado a Ciudad Juárez donde confesó haber asesinado a la joven de 16 años e incluso haber quemado su cuerpo.
Aunque en un basurero lograron recuperar 39 restos óseos que pertenecían a Rubí, los jueces a cargo del caso declararon que no había pruebas suficientes para proceder en su contra por lo que fue dejado en libertad.
“Ante la ausencia de pruebas suficientes que demuestren que entre el 28 y 30 de agosto del año 2008, Sergio Rafael Barraza Bocanegra golpeó a Rubí Marisol Frayre Escobedo, ni que tales golpes hayan sido la causa de la muerte de ésta, se concluye que no se demostró la existencia del hecho punible que se le atribuye, ni su participación como autor del mismo, por lo que debe dictarse veredicto absolutorio en su favor”, declararon en aquel entonces.
Marisela no se quedó con los brazos cruzados y siguió buscando justicia por su hija por lo que tras una serie de protestas en contra de la resolución de los jueces, finalmente un tribunal de circuito revocó la sentencia absolutoria y declaró y sentenció a Barraza por asesinato, pero este permaneció prófugo de la justicia.
Sin embargo, durante una de sus manifestaciones, el 16 de diciembre de 2010, Marisela Escobedo fue asesinada en la puerta del Palacio de Gobierno de Chihuahua por un desconocido de un balazo en la cabeza.
Más tarde, en 2012 José Enrique Jiménez Zavala, fue detenido y procesado por su responsabilidad en el asesinato de Marisela, el sujeto declaró a las autoridades que el asesinato de la activista fue ordenado por Los Zetas, para quienes trabajaba Sergio Rafael, el responsable del feminicidio de su hija.
Con información de Reporte Índigo