Un brote de la peligrosa bacteria E. coli ha sacudido a Estados Unidos, vinculando a la cadena de comida rápida McDonald’s con la hospitalización de 49 personas, una muerte confirmada y decenas de enfermos graves en al menos diez estados del país. Las autoridades sanitarias, lideradas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), confirmaron que todos los afectados consumieron hamburguesas Cuarto de Libra, lo que ha desatado una alarma nacional sobre la seguridad alimentaria en los restaurantes de la cadena.
La cifra más preocupante hasta el momento es la de una víctima fatal en Colorado, una persona mayor que falleció tras desarrollar complicaciones severas. Entre los hospitalizados, se encuentra un niño que desarrolló síndrome urémico hemolítico, una grave condición que afecta los riñones y puede ser potencialmente mortal. La mayoría de los casos se concentran en Colorado y Nebraska, aunque el brote ya ha alcanzado otros ocho estados.
El impacto no solo se refleja en la salud pública, sino también en la economía, con una caída del 8% en las acciones de McDonald’s en Wall Street, luego de que se hiciera pública la noticia. La compañía ha reaccionado retirando de manera proactiva ciertos ingredientes de sus menús en los estados afectados, en particular las cebollas y la carne de ternera utilizadas en las Cuarto de Libra, mientras las investigaciones continúan para identificar el origen exacto del brote.
En un mensaje en video, Joe Erlinger, presidente de McDonald’s en Estados Unidos, se pronunció sobre la situación, asegurando que la seguridad alimentaria es una prioridad para la compañía y subrayó que los ingredientes sospechosos han sido retirados temporalmente en los estados afectados. No obstante, Erlinger destacó que la mayoría de los estados del país no se han visto afectados por el brote.
Las autoridades de los CDC recomiendan a cualquier persona que haya consumido estas hamburguesas y presente síntomas como diarrea, fiebre alta o vómitos, que busquen atención médica de inmediato. Estos síntomas suelen manifestarse de tres a cuatro días después de la exposición a la bacteria y, aunque la mayoría de los afectados se recuperan en una semana, los casos graves pueden requerir hospitalización.
Con la investigación en marcha y la preocupación pública en aumento, McDonald’s enfrenta uno de los mayores desafíos a su reputación en años, en un caso que podría cambiar la manera en que se supervisa la seguridad alimentaria en las cadenas de comida rápida.