Doha.— Por fin, Argentina se alzó con el tercer título de su historia en la Copa del Mundo, luego de imponerse 4-2 en la tanda de penaltis a Francia, llevando a Lionel Messi al olimpo futbolístico, sin que nadie dude de su grandeza.
Pero fue dramático.
Argentina dilapidó una ventaja de 2-0 en el tiempo regular. Recuperó la delantera en la prórroga, pero el tercer gol de Kylian Mbappé en el encuentro obligó a definir todo desde los 11 pasos.
Gonzalo Montiel convirtió el penalti decisivo en la tanda tras el empate 3-3 de la que fue quizá la final más electrizante de la historia.
Fue un arranque agresivo de Argentina. En una de las carreras de Ángel María, Dembelé se acrecó lo suficiente para que el silbante polaco Szymon Marciniak marcara penalti y Messi lo hizo gol (23’). Los argentinos se divirtieron con una sucesión de toques antes del segundo gol, concretado por Di María (36’).
En terapia intensiva, el técnico francés Didier Deschamps movió el banco, sacó a Dembelé, Griezmann y Giroud.
Y Kylian Mbappé empezó su función. A 10 del final, batió a Emiliano Martínez de penalti, una falta sobre Kolo Muani (80’). Un minuto después, al astro empató con un tanto de antología, definiendo de aire (81’).
En el tiempo extra, Lautaro Martínez tiró un bombazo que despejó Lloris, pero apareció Messi para empujarla (108’). Mas Argentina no sostuvo la ventaja. Montiel despejó con el antebrazo en el área un remate de Mbappé que dio pie al penalti que el propio delantero ejecutó para completar el hat-trick (118’).
Cuando los reflectores de la final estaban preparados para Messi y Mbappé, el Dibu Martínez se volvió el héroe.
Argentina esta vez fue contundente y no lo dejó escapar para abrazar su tercera Copa FIFA y meter a Messi en el olimpo.