Mejor escenario no pudo tener México para levantar su noveno título de Copa Oro, en Los Ángeles, y para resurgir como el gigante de la endeble Concacaf.
El último desafío para el director técnico interino Jaime Lozano y el combinado mexicano fue una Panamá que llegó desinflada al partido final y mareada por la hombrada de eliminar a la Selección de Estados Unidos.
El Tri reparó en cierta medida su prestigio en la zona, después del fracaso en el Final Four de la Liga de Naciones.
Agónica victoria la de anoche, 1-0 ante poco más de 70 mil espectadores en el espectacular SoFi Stadium, que ayuda a dar un paso hacia adelante frente a la crisis deportiva, atizada desde el Mundial de Qatar 2022.
El destino pintó fortuito para los mexicanos. No se encontraron a la Selección de Estados Unidos, favorita a pesar de tratarse de un equipo B, y que, a su vez, despachó a la también favorita Canadá.
Circuito noble desde la fase de grupos con Honduras (4-0) y Haití (1-3), aunque no se evitó un sorpresivo descalabro con Qatar (0-1). Mientras que en la fase final dieron cuenta de los que suelen ser clientes: Costa Rica (2-0) y Jamaica (0-3).
Con Panamá en la final, el escenario era inmejorable para el Tri y su eterno negocio en suelo norteamericano. Así lo hizo valer Santiago Giménez al minuto 88, cuando el alargue amenazaba el ánimo de los suyos con una gran jugada individual.