México enfrenta una crisis climática particularmente severa. De acuerdo con expertos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el país se está calentando a un ritmo considerablemente más rápido que el promedio global.
Mientras a nivel mundial la temperatura se incrementa a una tasa promedio de 2 grados Celsius por siglo, en México el aumento alcanza los 3.2 grados Celsius en el mismo periodo, lo que representa una tendencia alarmante que sitúa a la nación entre las más vulnerables al cambio climático en el planeta.
Este calentamiento acelerado no es un fenómeno aislado. Se trata de una manifestación de la crisis climática global que, en el caso de México, se ve agravada por factores como su ubicación geográfica, la concentración de población en zonas urbanas altamente contaminadas y la presión constante sobre los recursos naturales.
La comunidad científica de la UNAM advierte que este aumento sostenido de la temperatura trae consigo efectos concretos y devastadores:
– Mayor frecuencia e intensidad de olas de calor.
– Prolongadas sequías y reducción en la disponibilidad de agua.
– Aumento de incendios forestales.
– Daños severos a cultivos, ecosistemas y biodiversidad.
– Riesgos para la salud pública, especialmente en zonas urbanas con alta vulnerabilidad social.
Frente a este escenario, los especialistas subrayan la urgencia de implementar políticas públicas más agresivas y coordinadas que aborden tanto la mitigación de gases de efecto invernadero como la adaptación de las comunidades ante los efectos ya inevitables del cambio climático.
Asimismo, llaman a una transformación profunda en los modelos de consumo, producción y movilidad, así como a una participación ciudadana activa, informada y comprometida.
El fenómeno ya no es una proyección futura: es una realidad presente que demanda acciones inmediatas y sostenidas a nivel federal, estatal, municipal y comunitario.