Un bebé de un año y cinco meses de edad murió a consecuencia de haber ingerido veneno para roedores.
Este producto altamente tóxico se encontraba sobre un plato con el que tuvo contacto de manera accidental.
El pasado miércoles 20 julio el pequeño se encontraba en su domicilio, en la localidad Chapala, del Municipio de Nuevo Ideal, cuando sus familiares notaron que presentaba malestares por lo que lo llevaron a recibir atención médica al Hospital Integral en la cabecera municipal, desde donde fue trasladado al Hospital Canatlán y por la gravedad fue llevado al Materno Infantil de la ciudad de Durango, donde por desgracia perdió la vida.
Del caso tomó conocimiento el Agente del Ministerio Público, quien ordenó el traslado del cuerpo del menor hacia el anfiteatro de esta Fiscalía para la práctica de la necropsia de ley, determinándose que la causa de muerte fue intoxicación por organofosforados, sustancias que se usan para el combate de plagas.