La mortandad de ganado bovino que arrojó la temporada de sequía fue de entre el 1.5 y 1.6 por ciento, con relación al hato existente en el estado de Durango.
Así lo indicó Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD) quien precisó que fueron alrededor de 18 mil cabezas muertas.
Mencionó que todo avanzaba muy bien, hasta que se presentaron cuatro semanas de calor intenso que, incluso, impuso récord en la capital del estado, con un registro de 41.2 grados centígrados.
El intenso calor provocó que los animales se estresaran, se secara más rápido el agua de los bordos y escaseara el alimento.
“Con las lluvias que se han registrado durante julio han mejorado las condiciones para los agricultores y ganaderos del estado. No llueve pasto, pero la situación ha mejorado”, dijo.
En caso de que las precipitaciones se mantengan durante el mes en curso, para finales, se tendrán muy buenas condiciones en el campo de Durango.
A pesar de que se ha tenido mortandad de ganado, este año, la situación no es alarmante para el sector pecuario en Durango.
Recordó que en 2021 se registró una mortandad de ganado de 70 mil cabezas, mientras que en 2022 fueron alrededor de 42 mil cabezas.
En comparación con años anteriores, 2023 no es un año complicado para la ganadería, aunque no se puede negar que han existido pérdidas.
Por fortuna, las lluvias se han hecho presentes en buena parte del estado, aunque hay zonas a las que todavía no han llegado o se han suscitado solamente lloviznas leves.
Mientras el suelo no se sature con el vital líquido, no hay crecimiento de pasto, por lo que resulta indispensable que las lluvias que se han tenido hasta ahora, continúen e incluso se extiendan a todo el estado.
En el caso del municipio de Durango, hay regiones en donde las precipitaciones han sido generosas, pero en otras, como la zona entre Málaga y Francisco I. Madero, ha llovido muy poco.
En contraparte, hay municipios donde no, como Peñón Blanco, Cuencamé, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Poanas, destacó Soto Ochoa.
El Siglo de Torreon