Una mujer de 76 años que fue declarada muerta en un hospital de Ecuador sorprendió a sus familiares al golpear su ataúd durante su velatorio, y el incidente ha provocado una investigación del Gobierno sobre el hospital.
Los familiares dejaron el ataúd y se llevaron a toda prisa a la enfermera jubilada Bella Montoya de vuelta al hospital después del velatorio el viernes (09.06.2023) en la ciudad central de Babahoyo, dijo su hijo Gilbert Balberán a The Associated Press.
“Nos dio un susto a todos”, dijo Balberán, añadiendo que los médicos han dicho que la situación de su madre sigue siendo grave.
Un video divulgado en la red Twitter deja ver a Montoya dentro de su propio ataúd ya abierto y respirando con dificultad tras el prolongado encierro, mientras dos hombres la asisten.
Con la “mano izquierda golpeaba la caja y la mano latía”, contó Balberán, quien el viernes debió gestionar la donación del ataúd por falta de dinero.
“Nos dieron hasta un certificado de defunción”, expresó Balberán en un video difundido en medios locales. La prensa se hizo eco de la insólita noticia con titulares que celebraban la “resurrección” de la anciana.
“Mi mami está con oxígeno. Su corazón está estable. El médico pellizcó su mano y ella reaccionó; me dicen que eso es bueno, porque significa que está reaccionando de a poco”, agregó el hombre en declaraciones divulgadas por el diario El Universo.
Bella Montoya permanece en cuidados intensivos
El Ministerio de Salud de Ecuador dijo que Montoya estaba en cuidados intensivos el lunes en el Hospital Martín Icaza en Babahoyo mientras el ministerio investiga a los médicos involucrados en su caso. Se ha formado un comité técnico para revisar cómo el hospital emite los certificados de defunción, dijo el ministerio en un comunicado.
Montoya había ingresado inicialmente el viernes en el hospital con un posible derrame cerebral y parada cardiorrespiratoria, y cuando no respondió a la reanimación un médico de guardia la declaró muerta, dijo el ministerio.
Barberá dijo que su madre estaba inconsciente cuando la llevaron a urgencias y que pocas horas después un médico le informó de que había muerto y le entregó documentos de identidad y un certificado de defunción. La familia la llevó entonces a una funeraria y estaban celebrando un velatorio más tarde el viernes cuando empezaron a oír ruidos extraños.
“Éramos unos 20 allí”, dijo Barbera. “Después de unas cinco horas de velatorio, el ataúd empezó a hacer ruidos. Mi madre estaba envuelta en sábanas y golpeando el ataúd, y cuando nos acercamos pudimos ver que respiraba con dificultad.”
Aunque él y sus familiares la llevaron rápidamente al hospital el viernes, el lunes seguía en estado grave. Estaba intubada y los médicos no daban muchas esperanzas a los familiares sobre su pronóstico, dijo Barbera.
No han trascendido detalles sobre el médico que declaró prematuramente muerta a la mujer.
Una fuente del Ministerio de Salud consultada por la AFP señaló que “en las próximas horas” se emitirá un comunicado al respecto.