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    Murió Porfirio Muñoz Ledo, un artífice del cambio

    Reconocido por su extensa trayectoria política, su erudición y su trabajo en la construcción de la democracia en México, Porfirio Muñoz Ledo falleció ayer, a los 89 años.

    Con profundo dolor y tristeza, la familia comparte la noticia del sensible fallecimiento de nuestro querido padre Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega D.E.P”, escribió ayer su familia en las cuentas de redes sociales del exlegislador.

    Muñoz Ledo fue un personaje que transitó como muy pocos la vida política de México, en un amplio recorrido no exento de polémica.

    Además de haber estado vinculado a media docena de universidades de Francia, Estados Unidos, Brasil, Cuba y México, fue secretario de Estado, diplomático, diputado, senador, presidente de dos partidos políticos y candidato presidencial.

    Fue militante del PRI a partir de 1960, partido que presidió entre 1975 y 1976, y pasó por el más férreo autoritarismo priista de los años setenta del siglo XX, hasta la transición democrática del siglo XXI.

    En 1986, Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez crearon la Corriente Democrática que horadó al PRI. También se le recuerda como el primer diputado que interpeló a un presidente, Miguel de la Madrid, en 1988, durante su último informe de gobierno.

    MURIÓ PORFIRIO MUÑOZ LEDO, PROTAGONISTA DE LA TRANSICIÓN


    Porfirio Muñoz Ledo —quien murió ayer a 14 días de cumplir 90 años— fue un personaje que transitó como pocos, muy pocos, la vida política de México, casi siempre en un plano de protagonista que él mismo se labró, no exento de la polémica.

    La trayectoria académica —estuvo vinculado a media docena de universidades de Francia, Estados Unidos, Brasil, Cuba y México— y política de Muñoz Ledo —fue secretario de Estado, diputado, senador, presidente de dos partidos políticos, candidato presidencial— fue el reflejó la contundencia de su forma erudita de ser y de hablar sobre cualquier tema que se tratara con él.

    Pasó por el más férreo autoritarismo priista de los años setenta del siglo XX —del cual terminó siendo víctima—, hasta la transición democrática del siglo XXI, sin poder haber desarrollado una idea que, según él, era para tener una mejor forma de que México se gobierne: separar al Estado del gobierno y crear una figura de jefe de gobierno.


    El 5 de junio de 1953, el campeón de oratoria declamaba un discurso en la Facultad de Derecho de la UNAM.


    Muñoz Ledo, que fue priista a partir de 1960 (y llegó a ser su líder nacional entre 1975 y 1976), estuvo entre los tapados (en la jerga actual, corcholatas) de la carrera sucesoria del presidente Luis Echeverría, en 1975; fue enviado al destierro político al servicio exterior en 1977 como embajador de México ante la ONU, pero tuvo que regresar a México en 1985 por un incidente que la Extra de Excélsior publicó el sábado 6 de abril de 1985 con este titular: “Pistola en mano, Porfirio Muñoz Ledo, embajador de México ante las Naciones Unidas, protagonizó anteayer un escándalo en Nueva York”.

    En 1986, junto con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y la maestra Ifigenia Martínez, creó la Corriente Democrática que horadó al PRI (de hecho, la propia maestra Martínez le concedió a Muñoz Ledo ser el autor intelectual de ese grupo)

    Como senador de la República por los partidos Auténtico de la Revolución Mexicana, Popular Socialista y del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (1988-1994), Muñoz Ledo tiene al menos dos momentos históricos:

    El 1 de septiembre de 1988, Muñoz Ledo se convirtió en el primer legislador en interpelar a un presidente de México, en este caso a Miguel de la Madrid, quien ofrecía su último Informe de Gobierno. De la Madrid estaba en la parte final de su reporte cuando el senador Muñoz Ledo de pie gritó: “con su permiso, señor Presidente”. Eso provocó que el presidente de la Mesa Directiva, Miguel Montes, le exigiera silencio; los gritos de priistas se interpusieron al acto de Muñoz Ledo, mientras que panistas, entre ellos Vicente Fox, agitaran boletas electorales alegando fraude electoral de las elecciones presidenciales de 1988, en las que el triunfo se le dio a Carlos Salinas.

    El otro hecho ocurrió en 1991, cuando Muñoz Ledo reclamó “derecho de sangre” para convertirse en candidato a la gubernatura de Guanajuato, aunque había nacido en la Ciudad de México el 23 de julio de 1933. Aunque obtuvo 7.7 de los votos, se asoció con el candidato del PAN, Vicente Fox, quien tuvo 35 por ciento de los sufragios, entre ambos auspiciaron una serie de protestas sociales que impidieron que Ramón Aguirre, del PRI tomara posesión, lo que dio pie a la llamada concertacesión, con la que supuestamente el presidente Carlos Salinas de Gortari allanó el camino para que el panista Carlos Medina Plascencia fuera el gobernador interino, hasta 1995.


    Durante el gobierno de José López Portillo fue embajador de México ante la ONU.

    Muñoz Ledo terminó el siglo XX en las filas del PRD, partido del que fue fundador y presidente entre 1993 y 1996.

    El siglo XXI Muñoz Ledo lo inició como candidato presidencial por el desaparecido Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, declinó a favor de Vicente Fox, lo que le valió un cargo como titular de la Comisión de Estudios para la Reforma del Estado; fue embajador foxista en la Unión Europea; el desafuero en 2005, en contra del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, lo alejó de Fox y lo acercó al entonces perredista; fue parte del llamado Frente Amplio Opositor.

    En marzo de 2009, Muñoz Ledo había decidido alejarse de la vida política: entregó su archivo, su biblioteca y esperaba participar en la política nacional desde los medios y la academia. Mes y medio después, en mayo, Porfirio Muñoz Ledo, en entrevista con Excélsior, dijo daba marcha atrás a su decisión y que ése sería su “último jalón” en la vida política y que había aceptado ser diputado por el PT, “jalón” que le duró 14 años.

    En ese efímero retiro de la política, Muñoz Ledo caviló que él tenía una propuesta de democracia directa, por la que entonces, dijo, “tengo que pelear y para esto, el mejor foro es el Congreso. Es inadmisible que en México no haya referéndum, a pesar de que hay estados que en sus constituciones se contempla, pero no a nivel nacional, que no haya plebiscito y que ahora no haya revocación de mandato, que no podamos detener democráticamente a alguien que se haya excedido en sus funciones, más que por la vía del desafuero”.

    En el preámbulo de las elecciones federales de 2012, en las que Muñoz Ledo se perfilaba como candidato del PT a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, el exsenador de la República —uno de los primeros 4 senadores de oposición en la historia de México en la LIV y LV Legislaturas—, convalidó el cambio de imagen que entonces tenía el candidato presidencial López Obrador.


    Porfirio Muñoz Ledo fue uno de los tapados del presidente Luis Echeverría Álvarez.

    La de López Obrador es una imagen que se va modificando porque hay la necesidad; ése es un punto, otro, igualmente importante es que este país está requiriendo de paz. Critican a Andrés, porque dice una república amorosa, este país tiene que suplantar el odio por otra manera de ver y vivir las cosas, este país está urgido de un nuevo consenso nacional, y para eso quien lo proponga necesita tener capacidad de convocatoria”.

    En esa entrevista con Excélsior, de noviembre de 2011, Muñoz Ledo se pronunció para que la selección de candidatos, como la que definió la disputa por la candidatura presidencial de 2012 entre López Obrador y Marcelo Ebrard, se hiciera bajo el esquema de la encuesta.

    Las urnas —dijo Muñoz Ledo hace doce años—, son complejas, riesgosas y creo que, no tiene sentido, porque si ya se probó que el método de la encuesta es correcto y que la gente que no gana reconoce, vámonos sobre ese método”.

    El último jalón de la vida política de Muñoz Ledo lo terminó en Morena, el partido que fundó el actual presidente López Obrador en 2015 y que en pocos años se convirtió en uno como en el que Muñoz Ledo inició su carrera política.

    La corta estancia de Muñoz Ledo en este partido también tuvo claroscuros. Uno de ellos es que Muñoz Ledo fue el diputado seleccionado para ceñirle la banda presidencial a López Obrador el 1 de diciembre de 2018.


    Porfirio Muñoz Ledo fue presidente de los estudiantes de Derecho de la UNAM.
    BANDA PRESIDENCIAL

    La propuesta para que Muñoz Ledo le pusiera la banda presidencial a López Obrador fue de la entonces líder de Morena Yeidckol Polevnsky a los integrantes de la bancada de ese partido; fue un reconocimiento a la trayectoria de Muñoz Ledo, que fue aprobada con un aplauso generalizado de los morenistas.

    Para las elecciones del 2021, cuando Muñoz Ledo intentaba la reelección como diputado federal, el líder nacional de Morena Mario Delgado le cerró el camino.

    La negativa de Delgado a que Muñoz Ledo volviera a ser legislador radica en la férrea disputa que éste dio en la contienda de noviembre de 2020 para la dirigencia nacional de Morena. Muñoz Ledo obtuvo el 25.34% de las preferencias electorales, mientras Mario Delgado quedó con 25.29 por ciento. Delgado llamó “golpista” a Muñoz Ledo y se optó por Delgado, quien dirige el proceso de selección de las llamadas corcholatas rumbo a la candidatura presidencial.


    El 29 de marzo de 2021 hizo pública una carta sobre su aspiración a “ser considerado positivamente en la reelección de integrantes de la H. Cámara de Diputados como candidato externo plurinominal. La selección de candidatos de Morena a elección en la Cámara de Diputados fue injusta y dedocrática. Se prefirieron miembros del PRI y del PAN sobre los nuestros, las bases están indignadas en todo el país. Mario Delgado afirmó públicamente que era por instrucciones “de arriba”, acusó Muñoz Ledo en sus redes sociales.

    Desde entonces, y hasta la fecha de su muerte, ayer, la postura de Muñoz Ledo, sobre Morena, Delgado y el gobierno federal fue crítico y distante. En distintas ocasiones Muñoz Ledo se opuso a las decisiones del presidente López Obrador relacionadas con migración, el manejo de la pandemia por covid-19 y la extensión de la presidencia de la Suprema Corte del ministro Arturo Zaldívar.

    Ayer, el presidente López Obrador escribió en sus redes sociales: “Lamento el fallecimiento de Porfirio Muñoz Ledo, con quien por mucho tiempo tuve coincidencias. Las discrepancias recientes no borran los buenos y largos momentos de amistad y compañerismo; mucho menos su legado político. Abrazo a sus familiares y amigos”.

    SU VIDA EN TRES MOMENTOS:

    1. Porfirio Muñoz Ledo fue priista a partir de 1960 y llegó a ser líder nacional del partido. En 1986, junto a Ifigenia Martínez y Cuauhtémoc Cárdenas, el político creó la Corriente Democrática en el PRI.
    2. Entre 1980 y 1981 fue representante de México en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
    3. En 2018, en reconocimiento a su trayectoria, fue el diputado seleccionado para ceñirle la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador.

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