El representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández-Maldonado, dijo que en el caso la tragedia en un albergue del INM en Ciudad Juárez, donde murieron 40 migrantes, no hay que inventar nuevas reglas, sino aplicar la ley.
En entrevista en el Senado, el representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró se debe preservar la plena independencia y autonomía de los jueces para sancionar a los responsables.
Al preguntarle sobre el caso del titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, señalado como uno de los responsables de la tragedia, pero que lleva su proceso en libertad, dijo: “ahí lo que hay que hacer es aplicar la ley, no hay que inventar nuevas reglas”.
“Lo principal y nuevamente creo que aquí hay acuerdo, es que se preserve la plena autonomía e independencia de los juzgadores, que efectivamente se esclarezcan, no sólo los hechos, sino las responsabilidades”, indicó.
Fernández-Maldonado argumentó que no sólo es en cuanto a lo que establece la ley de: “quien tenga responsabilidad tenga que responder conforme a la ley, sino sobre todo prevenir que actos de esta naturaleza puedan darse nuevamente”.
“Hay que sacar lecciones para un principio de derechos humanos, que es la no repetición, sí hay que esclarecer esto, pero sobre todo hay que tomar medidas para que nunca más vuelva a ocurrir”, subrayó.
ONU pide buscar acuerdos para designar a comisionados del INAI
En otros temas fue cuestionado sobre la carta que envió la ONU al Senado para que se busquen los acuerdos para designar a los comisionados del INAI, dijo que todos los actores, estatales y no estatales, “estamos por el funcionamiento adecuado de todas las instituciones”.
“Lo principal es que existan -las instituciones de transparencia-, al margen de la forma. Lo importante es que existan y que tenga un resultado porque, esto lo ha reconocido el propio Presidente y estamos de acuerdo, uno de los principales problemas de México, de toda la región, por no decir del mundo, es la corrupción”.
“Y hay que poner dentro del Estado los mecanismos para por un lado combatir la corrupción y por el otro, con todo lo que hay de polarización, guardar el espacio democrático para que las ideas y posiciones se puedan dar en un marco de respeto, yo no digo de tolerancia, sino realmente de respeto”, enfatizó.
EL UNIVERSAL