EU.- Una familia de California presentó una demanda contra el condado de Riverside, empleador de Michael Haywood, quien falleció de COVID-19 en febrero de 2021. Sus seres queridos afirmaron que los jefes del señor Haywood no le permitieron trabajar desde casa, a pesar de su edad y sus condiciones médicas.
Michael Haywood se desempeñaba como supervisor del equipo de servicio en el Distrito de Conservación de Agua y Control de Inundaciones. Al momento de su muerte tenía 61 años de edad. Trabajó 15 años para el condado de Riverside y estaba contemplando la jubilación cuando llegó la pandemia.
A partir de marzo de 2020, el condado permitió que algunos trabajadores pudieran desempeñar sus funciones desde casa, incluyendo dos de sus supervisores. Sin embargo, a Haywood le exigieron que siguiera presentándose en la oficina, a pesar de que la mayoría de sus tareas consistían de trabajo administrativo.
Según la demanda que interpuso la familia, el señor Haywood trabajaba en una oficina sin ventanas, sin la ventilación adecuada y en cercanía con otras personas. El uso de cubrebocas tampoco era obligatorio en este espacio tan cerrado.
El señor Haywood presentó varias peticiones, desde marzo a diciembre de 2020, para que pudiera hacer home office, pero éstas fueron rechazadas por sus superiores. La esposa del difunto indicó que al condado no le importó que su marido era diabético, tenía hipertensión y sobrevivió al cáncer en dos ocasiones. Con ese historial médico, Haywood era sumamente vulnerable a los efectos del coronavirus.
Víctima por negligencia
Los abogados de la familia señalaron que sus jefes ignoraron las recomendaciones de su propio departamento de salud. El condado “no actuó para proteger al señor Haywood de la exposición al COVID-19 en la oficina ni implementó un proceso para proteger a las personas vulnerables que viven en los hogares de sus empleados, incluida la señora Haywood, de la exposición a las infecciones de COVID-19”.
El señor Haywood finalmente contrajo covid y dio positivo a una prueba el 17 de diciembre. Como era de esperarse, el contagio fue rastreado a su oficina, donde estaba más expuesto al virus. El 25 de diciembre fue ingresado al hospital, para luego ser entubado a un ventilador un par de semanas después. El 3 de enero fue “obligado a retirarse”, y el 2 de febrero perdió la vida.
“Él siempre quiso divertirse”, dijo su hijo, Dustin, de 31 años. “Él quería vivir aventuras, y eso es lo triste de todo esto, porque estaba ansioso por tener ese tiempo para sí mismo, para poder hacer esas cosas. Y estaba deseando poder pasar más tiempo con él”.
Elizabeth Haywood, de 55 años, padeció covid al mismo tiempo que su marido. De igual manera, ella era vulnerable por sus comorbilidades, pero pudo superar la enfermedad, aunque se quedó con varias secuelas del llamado “covid largo”. La señora Haywood también lamentó no poder compartir con su esposo el retiro que tanto anhelaba.
“Sé que no puedo recuperar a mi esposo. Pero puedo pedir un cambio en el sistema que le falló para que ninguna otra familia tenga que sufrir pérdidas innecesarias”.
“Mi esposo estaría aquí hoy” si alguien lo hubiera escuchado, dijo la señora Haywood en la conferencia de prensa del lunes, después de presentar su demanda por negligencia a la corte.
Tomado de Noticieros Televisa.