El último adiós a Valeria Márquez, la influencer asesinada el pasado 13 de mayo mientras realizaba una transmisión en vivo, se llevó a cabo la noche del 14 de mayo en Guadalajara, Jalisco. La ceremonia, marcada por un ambiente de profunda tristeza, se realizó de forma privada y con fuertes medidas de seguridad.
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La familia decidió restringir el acceso únicamente a personas cercanas, por lo que se entregaron brazaletes azules como pase de ingreso, con el objetivo de mantener la intimidad del funeral.
Amigos y seres queridos asistieron vestidos con prendas blancas, mientras una patrulla de la Policía de Guadalajara se mantuvo en la zona para vigilar las inmediaciones del lugar, ubicado en la colonia Ladrón de Guevara. Aunque la familia evitó dar declaraciones extensas a los medios, pidieron justicia por el asesinato de Valeria.
Su abuelo paterno, visiblemente afectado, compartió con la prensa cómo fue que recibió la devastadora noticia:
“Nomás me avisaron que fue un accidente, no sabía nada, nada”, dijo con la voz entrecortada.
Más tarde, al enterarse de lo que realmente había sucedido, solo pudo pedir que se haga justicia por su nieta.
Valeria, quien era conocida por compartir contenido de estilo de vida, belleza, viajes y lujos en redes sociales, mantuvo siempre a su familia fuera del ojo público, por lo que no sorprendió que el funeral se realizara de manera cerrada y controlada.