TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.
Un feminicida que asesinó y enterró a una mujer indígena de 38 años en el municipio de San Juan Chamula fue obligado por vecinos de la zona a desenterrarla y cargarla, para después ser entregado a la Fiscalía General del Estado (FGE) para ser llevado ante juez y ser sancionado por ese delito.
Pascuala Díaz Díaz, de 38 años de edad, desapareció la mañana del jueves 16 de mayo cuando fue vista por última vez en el paraje de Muquem, denunció su hermana ante la FGE que emitió la ficha de búsqueda para dar con su paradero.
Durante una semana, miembros de la FGE y sus familiares rastrearon en la zona buscando a Pascuala; sin embargo, no hallaron nada.
El jueves pasado, en un cerro cerca de su domicilio fue encontrado lo que al parecer eran su prendas de vestir y un machete ensangrentado. La sospecha pesaba sobre la pareja de Pascuala, Pedro Hernández Díaz.
Presionados por los habitantes, elementos de la FGE y los autoridades de Chamula interrogaron al esposo de Pascuala, quien al caer en contradicciones confesó que la había matado y la había enterrado.
El jueves por la noche con un intenso frío, a Pedro lo hicieron caminar descalzo en la montaña donde la había asesinado y enterrado.
Amarrado para que no se escapara, lo hicieron excavar con sus propias manos para desenterrar a Pascuala y luego lo obligaron a bajarla cargando sobre su espalda hasta legar a la carretera y subirla a la góndola de una camioneta blanca.
Antes de entregarlo a la FGE, le hicieron un juicio sumario en la cancha techada del paraje de Muquem donde la gente quería linchar a Pedro, quien estaba amarrado y colgado respondiendo un interrogatorio de la multitud a su alrededor.
El cuerpo de Pascuala fue entregado por la FGE a sus familiares este domingo para darle sepultura.