El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) lanzó una advertencia urgente sobre la creciente crisis global de vivienda, que amenaza con desencadenar una emergencia humanitaria si no se adoptan medidas inmediatas a nivel internacional.
Según datos recientes, cerca de 3 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso a una vivienda adecuada, así como a servicios básicos como agua potable y saneamiento. Esta situación impacta no solo en la calidad de vida, sino también en la salud, la educación y la seguridad de comunidades enteras.
ONU-Hábitat señala que la rápida urbanización y el incremento de los costos inmobiliarios están profundizando la problemática, especialmente en las grandes ciudades y regiones en desarrollo. La falta de viviendas asequibles agrava las desigualdades sociales y expone a millones a condiciones precarias, como la vida en asentamientos informales o el hacinamiento.
La organización insta a los gobiernos y a la comunidad internacional a implementar políticas inclusivas y sostenibles que garanticen el derecho a una vivienda digna. Esto incluye inversiones en infraestructura urbana, acceso a servicios esenciales y programas que promuevan la equidad en el acceso a la vivienda.
Enfatizan que abordar esta crisis es vital para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y asegurar el bienestar de las generaciones futuras, subrayando que la vivienda adecuada es un pilar fundamental para la estabilidad social y el desarrollo humano.