CHIHUAHUA.
Kevin Álvarez, el payasito Chiquilín ha tenido un año difícil con la pandemia y tras su divorcio, debido a que se hace cargo de su niña quien lo acompaña a realizar sus espectáculos al Centro de la ciudad, si bien el padre soltero estudiaba y trabajaba para sacar adelante a su familia este último año lo perdió todo, por lo que en el semáforo amarillo ha regresado a las calles a recuperar algo para mantener a su pequeña.
“Todos mis planes se derrumbaron con la pandemia y ahora que me divorcié. Me vengo a trabajar con mi niña porque no tengo quién me la cuide, ella tiene dos años cuatro meses. Ya no estoy trabajando y dejé la escuela, me quedé con la niña pero no tengo cómo hacerle, sólo que esté conmigo”, explicó.
Entre las actividades de Chiquilín, su personaje, realiza globoflexia, así como entrega chocolates a los pequeños, pues dice que con su espectáculo y la venta de globos con figuras lleva también sonrisas a los pequeños que apenas regresan a las calles.
Álvarez señaló que si alguien lo ve y conozca su situación y lo apoye para poder mantener a su hija como padre soltero, pues señaló que no cuenta con apoyos, sólo con su trabajo.
EL DIARIO DE CHIHUAHUA