En el silencio tenso que aún envuelve la entrada del salón Blossom The Beauty Lounge, donde hace apenas unos días fue asesinada la influencer Valeria Márquez, un gesto inesperado llamó la atención de todos esta mañana: un ramo de rosas frescas acompañado por una sola palabra escrita a mano. “Perdón”.
El ramo fue entregado por un repartidor visiblemente confundido, quien aseguró que era la primera vez que lo enviaban a ese lugar. “Solo me dieron la dirección, el ramo y el mensaje. No sé quién lo mandó. Nunca había venido aquí antes”, dijo con tono nervioso antes de retirarse.
El gesto, simple y profundamente simbólico, ha abierto nuevas preguntas en una historia ya rodeada de dolor, incertidumbre y versiones encontradas. ¿Quién pide perdón? ¿Por qué ahora? ¿Qué significado tiene este acto anónimo en medio del luto?
Valeria Márquez, conocida en redes sociales por su estilo de vida, consejos de belleza y cercanía con sus seguidores, fue atacada a plena luz del día en el mismo lugar donde ahora reposan las flores. Su muerte ha generado conmoción tanto entre sus seguidores como en la comunidad local, donde muchos aún no encuentran consuelo.
Las autoridades no han emitido información sobre el ramo ni si lo consideran relevante para la investigación. Sin embargo, para los curiosos que se han acercado al salón, ese mensaje ha calado más hondo que cualquier declaración oficial. Es un recordatorio silencioso de que detrás de los titulares, de los videos virales y los trending topics, hay una vida perdida, y quizás, una conciencia que no puede callar.
Mientras tanto, el ramo permanece allí, entre cintas de precaución, veladoras y susurros. En medio de la tristeza, esa palabra escrita con trazo inseguro sigue resonando: Perdón.