La glucosa es el azúcar principal que se encuentra en la sangre. Proviene de los alimentos que se consumen a diario y es la fuente primordial de energía del cuerpo humano. Este tipo de azúcar es transportada a través de la sangre a todas las células del cuerpo para ser utilizada como energía. La hormona que facilita la circulación de esa azúcar es la insulina, la cual es liberada por el páncreas.
Cuando se presentan niveles altos de azúcar en la sangre se desarrolla la diabetes. Esta enfermedad crónica “ocurre cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce”, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). La función de la insulina, que es una hormona, es regular la concentración de la glucosa en la sangre. La característica más conocida de la diabetes son los niveles altos de glucosa y si no se realiza un tratamiento a tiempo de esta enfermedad, se produce una hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que eleva el riesgo de afectar órganos y sistemas del cuerpo humano.
En el cuerpo de las personas diabéticas, lo que sucede es que el organismo no realiza correctamente el transporte de la glucosa, ocasionando un incremento en los niveles de azúcar en la sangre. Aunque una persona no sea diabética, igualmente puede verse expuesta a sufrir afectación en su salud si la glucosa está en valores altos o bajos, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
¿Cómo regular el azúcar en la sangre
La alimentación es una de las claves fundamentales para regular la glucosa en la sangre. En primer lugar se deben incluir en la rutina diaria el consumo de frutas, verduras y productos lácteos que sean bajos en grasa. En segundo lugar, agregar a la dieta cereales, raíces, carnes magras, semillas y frutos secos.
Asimismo, existen algunas alternativas naturales que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre. El portal Salud 180 señala varias plantas medicinales que aportan muchos beneficios para el organismo, incluyendo la regulación de estos valores en el torrente sanguíneo
- Orégano, romero y mejorana: interfieren con las enzimas relacionadas con las secreción de insulina.
- Salvia: aumenta la secreción de insulina.
- Jengibre: intensifica la producción de insulina
Realizar exámenes periódicos es importante para conocer a tiempo si se padece de diabetes. Un diagnóstico oportuno es fundamental para iniciar un tratamiento y disminuir el riesgo de complicaciones en la salud. Las personas diabéticas deben hacer cambios en su rutina diaria. Una dieta balanceada es la que ayudará a controlar los altos niveles de azúcar y a mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro, dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación menciona algunos recomendaciones alimentarias.
- Carbohidratos saludables: en el proceso de la digestión, los azúcares y los almidones se descomponen en la glucosa de la sangre. Por eso, es importante consumir carbohidratos que sean saludables para el organismo: frutas, vegetales, cereales integrales, legumbres, frijoles y guisantes. Respecto a los productos lácteos, se deben incluir los bajos en grasa, como la leche y el queso
- Fibra: es vital incluir alimentos ricos en fibra, ya que esta regula la manera en la que el cuerpo digiere, al mismo tiempo que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Se pueden incluir vegetales, frutas, nueces y cereales integrales.
- Pescado: consumir pescado como el salmón, la caballa, el atún y las sardinas tienen efectos positivos para el cuerpo, en especial para prevenir enfermedades cardiacas. Se debe evitar consumir frito.