La efervescencia política rumbo a las elecciones judiciales de 2025 ha llegado a rincones inesperados, incluso a los sets de televisión y al mundo empresarial. En una sorpresiva intervención desde la plataforma X (antes Twitter), Pedro Sola, presentador del programa de espectáculos Ventaneando, lanzó una polémica sugerencia: sustituir la credencial del INE por la cédula fiscal como requisito para votar.
“Hoy escuché algo muy sensato”, escribió Sola. “¿Por qué para votar en lugar de la credencial de elector no piden la cédula fiscal? Esto es, que el votante paga impuestos. De otra forma, los que votan son los que reciben limosna del gobierno y votan por ellos, ¿o no?”, comentó, provocando una ola de reacciones a favor y en contra.
Uno de los que no dejó pasar la oportunidad fue el empresario Ricardo Salinas Pliego, quien respondió con su característico tono mordaz: “Totalmente de acuerdo. Es más, para ser #Gobiernícola deberían también presentar sus declaraciones del SAT de los últimos 20 años. Luego salen con que nunca han tenido una cuenta y por lo tanto nunca han pagado impuestos”, escribió. Y remató: “Además deben demostrar que pueden administrar una empresa con un personal mínimo de 50 gentes”.
La conversación, aunque cargada de ironía, puso sobre la mesa el debate sobre quiénes deben tener voz en las decisiones políticas del país, y si el pago de impuestos debe ser un filtro para ejercer el voto, una idea que muchos consideran discriminatoria y contraria a los principios democráticos establecidos en la Constitución.
Por ahora, la propuesta no pasa de ser una ocurrencia viral, pero refleja el creciente interés —y polarización— de figuras públicas fuera del ámbito político en un proceso electoral que ya comienza a agitar aguas en múltiples frentes.