MÉXICO.
Todo el mundo conoce a algún Pepe, Paco o Lola, nombres que la Real Academia Española explica que son lo que se conoce como hipocorísticos, es decir, un término lingüístico que consiste en un “nombre abreviado o deformado con intención afectiva (como mami, por mamá) y, en especial, de los nombres de pila modificados que se emplean en el habla familiar, como Pepe (por José) o Meche (por Mercedes)”.
La curiosa pregunta tiene una respuesta que quizá no se esperaría, una mala noticia para los José(s) del mundo.
El hipocorístico de José, osease Pepe, plantea su paternidad como supuesta, dudosa.
José proviene de la forma en que se denominaba en latín a San José: Pater Putativus (‘padre supuesto’ y/o c̶̶o̶̶r̶̶n̶̶u̶̶d̶̶o̶ ‘tenido por padre’). San José era el ‘padre supuesto’ de Jesús; esta forma en latín solía abreviarse como P.P, y de ahí proviene Pepe.
Otra versión es que viene de la abreviatura italiana de giuseppe, peppe, muy propia de nuestra edad de oro y de la presencia española en la italia de los siglos XIV, XV y XVI, y la influencia italiana en nuestra cultura durante el renacimiento y la edad moderna.
En contraposición algo más curioso pasa con Francisco y su hipocorístico Paco;
A San Francisco se le denominaba Pater Comunitatis (‘el padre de la comunidad’), cuya abreviatura era Pa. Co. En cambio, Pancho es un hipocorístico derivado directamente del nombre Francisco, pero con transformaciones fonéticas.
Si en su vecindario o comunidad alguna vez hubo un distribuidor de productos lácteos llamado Francisco que fuera muy allegado a su madre y con el que usted comparta cierta similitud, que no le extrañe, estaba destinado a ser por obra del espíritu santo.
La Academia Mexicana de la Lengua apunta:
Las formas Pepe, Paco y Pancho son hipocorísticos. El hipocorístico Pepe, correspondiente al nombre José, proviene de la forma en que se denominaba en latín a san José: Pater Putativus (‘padre supuesto’, ‘tenido por padre’). San José era el ‘padre supuesto’ de Jesús; esta forma en latín solía abreviarse como P.P, y de ahí proviene Pepe. Algo similar ocurre con Paco, hipocorístico de Francisco, pues a san Francisco se le denominaba Pater Comunitatis (‘el padre de la comunidad’), cuya abreviatura era Pa.Co. En cambio, Pancho es un hipocorístico derivado directamente del nombre Francisco, pero con transformaciones fonéticas.
Los diminutivos y apócopes son formas mediante las cuales también es posible crear hipocorísticos. Por tanto, denominaciones como Vero , para Verónica, o Anita, para Ana, son una apócope y un diminutivo, respectivamente, que a la vez son también hipocorísticos.