Habrá quien se haya preguntado cómo es posible detener microorganismos que miden mucho menos de un micrómetro.
¿Cómo es posible que los cubrebocas, que tendrán algunos pequeños espacios entre sus fibras, puedan detener virus y bacterias de tamaños diminutos?
La respuesta se resume a que no se trata de detener el virus por sí solo, sino que hay que detener el vehículo en el que viajan: las gotitas respiratorias que provocan el hablar, el estornudo y el toser.
Es decir, a la hora de que un aerosol (el chorro de viento por el cual viajan gotitas) arroja esas gotitas a una persona, esas partículas que pueden contener virus van chocando contra los diferentes fibras que componen el cubrebocas y se quedan atrapadas.
Por ello es importante lavar los cubrebocas reutilizables (de alta calidad o de tela) y tirar los que son del tipo desechable, mayormente quirúrgicos.
La explicación.
The New York Times mostró una lámina interactiva online que muestra a detalle cómo funcionan los cubrebocas, donde cita investigadores en salud pública.
Entre ellos está Joseph G. Allen, director del programa de Edificios Saludables de Harvard, quien afirmó que la mascarilla tiene tres ventajas: “te proteges a ti mismo, proteges a los demás y evitas tocarte la cara”.
El estudio concluye que es importante mezclar el cubrebocas con la “sana distancia” de 6 pies, que son 1.82 metros.
La doctora Mirna Beltrán Arzaga, subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud de Chihuahua, presentó esa lámina interactiva en transmisión del informe ‘Chihuahua Adelante’, para explicar cómo funciona.
“Existen distintos tipos de cubrebocas. Los dos (de algodón y quirúrgicos) son eficaces”.
Las fibras de los cubrebocas de tela están un poco más separadas que en los N95, que son mascarillas quirúrgicas de alta calidad, recomendados para el personal de salud que atiende enfermos de COVID-19.
El coronavirus generalmente viaja en las partículas más grandes, resaltó la doctora Beltrán.
De hecho el coronavirus es incluso de menos de 0.1 micrómetros, pero viajan en gotículas que son cinco o más veces más grandes, y se quedan atrapados los contaminantes en las gotas que logra contener el cubrebocas.
“Si nos llegamos a enfermar vamos a adquirir una enfermedad con menos síntomas que si no trajéramos cubrebocas”, concluyó la doctora.
Demostración de que funciona.
Víctor Manuel Encina Delgado, médico cirujano quien además tiene el canal de YouTube ‘Doctor Vic’, donde resuelve distintas dudas generales sobre el mundo de la medicina, realizó experimento con láser que muestra cómo funcionan los cubrebocas.
Lógicamente los cubrebocas de más alto nivel de protección como los N95 dan mayor seguridad frente al coronavirus, pero también explica que otros de menor nivel, como los de tricapa de tela, funcionan para que no lleguen tantos contaminantes, por lo que son recomendados en la vía pública y otros lugares donde no es tan alta la exposición a la enfermedad como en hospitales.
El principal objetivo de los cubrebocas es frenar, para que así no ocurra el contagio, o bien, para que en caso de infección la carga viral sea poca y así no ocurra un cuadro grave de COVID-19.
De hecho la diferencia entre ser asintomático o incluso lo que puede salvar la vida al infectado es el cubrebocas, pues disminuye la cantidad de virus al momento de contagiarse, y eso resulta en que el paciente tal vez no tenga ningún síntoma o sean muy ligeros, incluso en pacientes que podrían perder la vida si se contagiaran sin portar mascarilla.