El gusano barrenador, una plaga peligrosa para el ganado que se alimenta de tejido vivo y puede causar infecciones graves o incluso la muerte, fue detectado en México, según confirmó la investigadora de InSight Crime, Victoria Dittmar. El caso más reciente se registró en un animal en la caseta de Catazajá, Chiapas, marcando la entrada oficial de esta amenaza al territorio nacional.
Dittmar señaló que el gusano barrenador no se está expandiendo principalmente a través del comercio legal, sino por el contrabando ilegal de ganado, un problema persistente en la región. Este comercio representa el 10% de la venta anual de ganado en México, con un estimado de 800 mil cabezas de ganado ingresadas ilegalmente al país cada año, según datos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).
La plaga, detectada inicialmente en Panamá hace más de un año, avanzó por países como Costa Rica, Nicaragua y Honduras antes de llegar a México. El médico veterinario Luis Fernando Guerra, de WCS Mesoamérica & Western Caribbean, explicó que el gusano barrenador es una larva depositada por moscas en las heridas de los animales, la cual se alimenta de la carne y puede provocar infecciones mortales si no se controla a tiempo.
La situación es tan grave que Estados Unidos suspendió temporalmente la importación de ganado en pie proveniente de México. A su vez, las autoridades mexicanas han tomado medidas para frenar las deportaciones legales de ganado desde Guatemala, aunque los esfuerzos parecen estar enfocados principalmente en el comercio formal.
Dittmar advirtió el 25 de noviembre que la respuesta gubernamental debe ampliarse para abordar el contrabando ilegal, ya que representa un canal clave para la propagación de esta plaga. Además, hizo un llamado urgente para fortalecer las medidas de inspección y control, ya que la expansión del gusano barrenador podría representar una amenaza significativa para la ganadería nacional, un sector vital para la economía del país.
Con este caso, México se enfrenta a un nuevo desafío sanitario que requiere acción inmediata para evitar mayores daños al sector agropecuario.