CIUDAD JUÁREZ.–
Luego de que la Oficina de Operaciones de Campo de El Paso de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de los Estados Unidos suspendió desde el lunes el carril de carga en el puerto de entrada del Puente de las Américas, o mejor conocido como Libre, las filas de camiones de carga en espera son ahora kilométricas por el puente internacional Zaragoza.
La avenida Francisco Villarreal Torres colapsó al ser la única vía alterna que conductores pueden tomar ante el cuello de botella generando por la fila de tráileres parados sobre el bulevar Juan Pablo II.
Además del retraso, las molestias, los tiempos de espera que para algunos camioneros es de dos días, las pérdidas para la industria maquiladora ha sido calculada por la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, por 33 millones de dólares diarios.
Ayer martes, la presidenta de la Asociación de Agentes Aduanales, Nora Yu, dijo a los empresarios exportadores que busquen nuevas opciones de cruce ya que en los puentes internacionales no se ampliará el horario de atención aduanera.
El cierre a camiones de carga se dio porque los agentes de la CBP ayudan a la Patrulla Fronteriza a procesar el registro y deportación de los miles de migrantes que han llegado a Ciudad Juárez, y de ahí cruzan ilegalmente a El Paso, Texas.
Las opciones para los transportistas es cruzar sus camiones por los puentes internacionales Santa Teresa o Tornillo, o el Zaragoza.
Las filas de los grandes camiones de carga llegan hasta el bulevar Juan Pablo II y bulevar Francisco Villarreal Torres, donde cientos de unidades esperan para cruzar por el puente Zaragoza.
La crisis de los puentes internacionales se dio por el ingreso masivo de migrantes a la ciudad de El Paso, Texas, situación que no cambiará, ya que desde el lunes miles de extranjeros se han entregado a militares de la Guardia Nacional Estadunidense y de la Patrulla Fronteriza.
La oficina de migración abrió el martes la puerta 36 del muro fronterizo, para ingresar y registrar a alrededor de mil migrantes que se entregaron voluntariamente, cruzando ilegalmente el río Bravo.