La refinería Olmeca Dos Bocas, uno de los proyectos emblemáticos de la pasada administración federal, ha alcanzado un costo total de 20 mil 959 millones de dólares, según el reporte financiero más reciente de Petróleos Mexicanos (Pemex), presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés). Esto representa un sobrecosto del 162% respecto al presupuesto original anunciado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su momento prometió que el proyecto costaría cerca de 8 mil millones de dólares.
Lejos de operar al 100% como se había declarado públicamente en septiembre de 2024, el complejo energético ubicado en Paraíso, Tabasco, continúa en etapa de pruebas, de acuerdo con la documentación oficial presentada por Pemex. Este hecho contradice de forma directa las afirmaciones del gobierno anterior y plantea dudas sobre la transparencia y viabilidad de la refinería.
El reporte financiero detalla que el presupuesto actualmente autorizado para el proyecto asciende a 15 mil 963 millones de dólares, más 853.3 millones adicionales destinados a la etapa de puesta en marcha, ambos montos con IVA incluido.
A través de la resolución CA-054/2024, emitida el 18 de junio de 2024, el Consejo de Administración de Pemex informó que ya se habían transferido 16 mil 816.3 millones de dólares a la subsidiaria PTI Infraestructura de Desarrollo, S.A. de C.V., empresa responsable de ejecutar el proyecto.
El creciente costo y el retraso en la operación plena de la refinería se suman a una serie de cuestionamientos técnicos y financieros sobre su viabilidad a largo plazo. Analistas del sector energético advierten que el prolongado periodo de pruebas podría encarecer aún más el proyecto y limitar su rentabilidad esperada.
En contraste con el discurso triunfalista con el que se inauguró parcialmente la planta en julio de 2022, la realidad técnica expuesta en el reporte financiero muestra que Dos Bocas aún no ha alcanzado su objetivo de producción total y autosuficiencia energética.
Mientras tanto, la ciudadanía y expertos del sector continúan esperando respuestas claras sobre el futuro de la refinería y el retorno esperado de una inversión que ya triplicó su costo inicial.